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  ¿POR QUÉ LOS PÁJAROS NO USAN FACEBOOK? Había una vez un hermoso bosque lleno de árboles altos y frondosos. En ese bosque vivían todo tipo de animales, desde conejos saltarines hasta ciervos majestuosos. Pero entre todos los habitantes del bosque, los pájaros eran los más curiosos y sociables. Un día, mientras los pájaros revoloteaban de rama en rama, uno de ellos, llamado Pipo, notó que los animales de su comunidad estaban pasando menos tiempo juntos. Todos parecían estar distraídos, mirando algo en sus teléfonos. Pipo, intrigado, se acercó a su amigo Rafa, un sabio búho, y le preguntó: "Rafa, ¿por qué los demás animales están tan ocupados con sus teléfonos? ¿Qué es lo que están mirando?" El búho Rafa, con su voz grave y tranquila, respondió: "Ah, Pipo, esos son los animales que usan Facebook, una red social en línea donde comparten fotos, noticias y se conectan entre sí". Pipo se quedó perplejo. Nunca había escuchado hablar de una cosa así. Con curiosid

                                    El visitante maldito Había una vez un pequeño pueblo rodeado de un denso bosque. Los aldeanos vivían en paz y armonía, hasta que una noche, un extraño visitante llegó al pueblo. Era un hombre alto y delgado, con una sonrisa siniestra en su rostro. Los aldeanos lo recibieron con amabilidad, pero pronto comenzaron a notar cosas extrañas en su presencia. Las noches se volvieron más oscuras y frías, y los aldeanos comenzaron a tener pesadillas horribles. Algunos incluso afirmaban haber visto al extraño visitante en sus sueños, susurrando palabras incomprensibles en sus oídos. Pero lo peor estaba por venir. Una noche, los aldeanos se despertaron con un grito ensordecedor. Corrieron hacia la plaza del pueblo, donde encontraron el cuerpo sin vida de uno de sus vecinos. Su cuerpo estaba cubierto de arañazos y mordeduras, y su rostro estaba retorcido en una expresión de terror. Los aldeanos comenzaron a sospechar del extraño visitante, pero cuando fuero

  LA TERRIBLE CASA OSCURA Había una casa antigua y tenebrosa en lo más profundo del bosque, arrinconada junto al cementerio local. Decían que aquellos que osaran adentrarse en su interior nunca regresarían. Los rumores sobre la casa se habían expandido rápidamente entre los lugareños, quienes aseguraban que en su interior habitaban zombis y monstruos, que salían cada noche al cementerio para buscar nuevas presas. Al anochecer, se podían percibir merodeos extraños junto a las ventanas. Pero una noche, un grupo de amigos decidieron aventurarse en su interior. La curiosidad ganó al miedo, y tras equiparse con linternas, herramientas y provisiones, iniciaron su viaje hacia lo desconocido. A medida que avanzaban, descubrieron pasadizos oscuros y húmedos, muros deteriorados y puertas oxidadas, indicando que la casa había estado abandonada por muchos años. De repente, escucharon un siseo detrás de ellos, al darse vuelta se toparon con unos increíbles monstruos deformes, con ojos roj