Esta historia se desarrolla hace mucho tiempo en Japón, donde un pintor muy pobre vivía con su ama de llaves, a quienes el escaso dinero que obtenían les alcanzaba apenas para alimentarse. Un día el pintor dio a su ama de llaves unas pocas monedas para comprar un poco de alimento, el ama de llaves fue al mercado y tardó mucho, por lo que el pintor estaba muy impaciente, cuando la mujer llegó, el pintor revisó la canastilla de mercado y en vez de alimentos encontró una gatita de tres colores. El pintor se sorprendió mucho al ver al animal, se puso furioso y muy triste, pero después de un rato calmó su enojo. La gatita era muy educada y respetuosa, el pintor se encariñó con esta. Un sacerdote le pidió al artista un cuadro de Buda con los animales que él aceptaba en el cielo, pintó muchos animales , pero el gato no estaba entre estos. La gatita observaba con algo de tristeza mientras el pintor hacia el cuadro, la alzó y le explicó que Buda odiaba los gatos por ser tan orgullosos y no