HIMNO ROJO
(Federico Barreto Bustíos, Tacna)
Entre todos los colores,
el rojo es el que halaga,
y me atrae y me seduce
y mi espíritu levanta.
Amo el rojo, porque rojo
es el sol de mis montañas,
porque rojos son mis
sueños,
mis odios, mis iras santas
y los labios de mi musa,
y las rosas de mi Tacna.
¡Gloria eterna al color
rojo!
Rojo es el vino que
embriaga
y consuela nuestras penas
y nos electriza el alma.
Roja es la sangre que
vierten,
llenos de valor y audacia,
los mártires y los héroes
en los campos de batalla.
Rojo es el pendón que
agitan
los que libertad reclaman,
rojo el laurel que
florece,
y rojos, como la grana,
los cánticos que yo entono
al ver cautiva a mi
patria.
¡Gloria eterna al color
rojo!
El color rojo me encanta
porque es símbolo de
guerra
y de rebelión que estalla;
porque es el color del
fuego
que purifica y abrasa,
el color de la energía
y el color... de las
venganzas.
¡Gloria eterna al color
rojo!
Rojo fue el puñal que
Bruto
le hundió a César en la
espalda,
y rojo fue el gorro frigio
que un día se caló Francia
para derribar Bastillas
y guillotinar monarcas.
¡Gloria eterna al color
rojo!
Rojas son las grandes
almas
y mis mejores ideas
y las más bellas mortajas.
Rojo es el hierro candente
que cauteriza las llagas;
rojo fue el blasón que
usaron
sobre su cota de malla
los caballeros cruzados;
roja es la lengua que
canta
y maldice a los tiranos,
y roja, en fin, roja y
blanca,
la bandera que más amo:
¡La bandera de mi Patria!