TUTORÍA
¿QUÉ ES LA TUTORÍA?
La
tutoría es una modalidad de la orientación educativa. De acuerdo al Diseño
Curricular Nacional es concebida como “un servicio de acompañamiento socio
afectivo, cognitivo y pedagógico de los estudiantes. Es parte del desarrollo curricular
y aporta al logro de los aprendizajes y a la formación integral, en la
perspectiva del desarrollo humano”.
A
través de la tutoría, se garantiza el cumplimiento del derecho de todos los y
las estudiantes a recibir una adecuada orientación. Partiendo de sus
necesidades e intereses, se busca orientar su proceso de desarrollo en una
dirección beneficiosa, previniendo las problemáticas que pudieran aparecer.
La
implementación de la tutoría en las instituciones educativas requiere del
compromiso y aporte de todos los miembros de la comunidad educativa: docentes
(sean tutores o no), padres de familia, personal administrativo y los propios estudiantes.
Por su importancia para la formación integral de los estudiantes, y su aporte
al logro de los aprendizajes, el plan de estudios de la EBR considera una hora
de tutoría dentro de las horas obligatorias, que se suma al trabajo tutorial
que se da de manera permanente y transversal.
Resulta
claro que la tutoría no se limita al desarrollo de la Hora de Tutoría, ni a la
labor de los tutores formales, puesto que la orientación es inherente a todo el
proceso formativo.
MODALIDADES DE TRABAJO DE LA TOE
Existen
dos modalidades de trabajo: grupal e individual.
a. Tutoría grupal
Es
la modalidad en la cual el tutor trabaja con el conjunto de estudiantes del
aula.
Es
un espacio para interactuar y conversar acerca de las inquietudes, necesidades
e intereses de los y las estudiantes, siendo una oportunidad para que el
docente tutor, o tutora, apoyen su crecimiento en distintos aspectos de su
vida.
La
tutoría grupal se caracteriza por su flexibilidad, de tal forma que, contando
con una planificación básica que se sustenta en un diagnóstico inicial de los y
las estudiantes y las propuestas consignadas en los instrumentos de gestión de
la institución educativa (IE), está sujeta a adaptaciones o modificaciones
cuando así lo exigen las necesidades del grupo.
b. Tutoría individual
Esta
modalidad de la tutoría se lleva a cabo cuando un o una estudiante requiere
orientación en ámbitos particulares, que no pueden llegar ser abordados
grupalmente de manera adecuada, o que van más allá de las necesidades de orientación
del grupo en dicho momento. La tutoría individual es un espacio de diálogo y
encuentro entre tutor y estudiante.
PILARES QUE SUSTENTAN LA TUTORÍA Y ORIENTACIÓN
EDUCATIVA
El
currículo, el desarrollo humano y la relación tutor-estudiante son los tres
pilares que sostienen la perspectiva de la Tutoría y Orientación Educativa en
el Perú.
a. El currículo
El
currículo expresa el conjunto de nuestra intencionalidad educativa y señala los
aprendizajes fundamentales que los estudiantes deben desarrollar en cada nivel
educativo, en cualquier ámbito del país, con calidad educativa y equidad.
La
tutoría es inherente al currículo, forma parte de él y asume integralmente sus
propuestas. Cabe precisar que esto no significa que la tutoría sea un área
curricular. El currículo no se agota en las áreas curriculares, del mismo modo
que la tutoría es más amplia que la Hora de Tutoría. La labor tutorial se
prolonga y consolida en la interacción constante que se produce entre los
diversos miembros de la comunidad educativa y los estudiantes, en diferentes
circunstancias y momentos educativos.
b. El desarrollo humano
La
definición de tutoría del Diseño Curricular Nacional nos señala que esta se
realiza en la perspectiva del desarrollo humano. Al hablar de desarrollo humano
en el campo de la orientación educativa, nos referimos al proceso de desarrollo
que las personas atravesamos desde la concepción hasta la muerte, caracterizado
por una serie de cambios cualitativos y cuantitativos. Estos cambios, que
afectan diferentes dimensiones personales, son ordenados, responden a patrones
y se dirigen hacia una mayor complejidad, construyéndose sobre los avances
previos. Se trata de un complejo proceso de interacción y construcción
recíproca entre la persona y sus ambientes, a lo largo del cual se produce una
serie de oportunidades y riesgos, por lo que puede tomar diferentes
direcciones.
Precisamente,
la complejidad del desarrollo plantea la necesidad de acompañar a los y las
estudiantes en este proceso para potenciar su avance y prevenir dificultades. De
esta forma, la perspectiva evolutiva del desarrollo constituye un referente
fundamental para contribuir, desde la educación, a promover el “desarrollo
humano” de las personas y los pueblos, tal como es entendido desde las
Políticas Públicas. Al respecto, el Proyecto Educativo Nacional señala que el
Desarrollo Humano: “Constituye, en rigor, el gran horizonte del país que
deseamos construir; abarca y da sentido a las demás transformaciones
necesarias. Su contenido es ético, y está dirigido a hacer del país una
sociedad en la cual nos podamos realizar como personas en un sentido integral.
En esta noción están contemplados los ideales de justicia y equidad que
resultan, a fin de cuentas, los principios que dan legitimidad a una
comunidad”.
c. La relación tutor-estudiante
A
lo largo de nuestra vida, las relaciones que establecemos con las demás
personas constituyen un componente fundamental de nuestro proceso de
desarrollo. Es también gracias a los otros que llegamos a ser nosotros mismos.
En
este sentido, nuestros estudiantes requieren de adultos que los acompañen y
orienten para favorecer su desarrollo óptimo. Por ello, la tutoría se realiza
en gran medida sobre la base de la relación que se establece entre la o el
tutor y sus estudiantes. El aspecto relacional es, por excelencia, el que le
otorga su cualidad formativa.
Para
muchos estudiantes, vivir en la escuela relaciones interpersonales en las que
exista confianza, diálogo, afecto y respeto, en las que sientan que son
aceptados y pueden expresarse, sincera y libremente, será una contribución
decisiva que obtendrán de sus tutores y tutoras, quienes a su vez se
enriquecerán también en dicho proceso.
Este
aspecto enlaza la tutoría con la convivencia escolar, que consiste precisamente
en el establecimiento de formas democráticas de relación en la comunidad
educativa, para que la vida social de las y los estudiantes se caracterice por
la presencia de vínculos armónicos en los que se respeten sus derechos. Los tutores
y tutoras ocupamos un lugar primordial en la labor de promover y fortalecer una
convivencia escolar saludable y democrática, a través de las relaciones que
establecemos con nuestros estudiantes, y generando un clima cálido y seguro en
aula.