MONOGRAFIA ORATORIA Y LAS CUALIDADES DE UN ORADOR
MONOGRAFÍA
TEMA: LA ORATORIA Y LAS CUALIDADES DE UN ORADOR
TACNA PERU
2016
DEDICATORIA:
A mis profesores; por ser parte de mi
inspiración.
AGRADECIMIENTO
Un agradecimiento muy especial a todos los que
contribuyeron de manera directa e indirecta en la realización del presente
trabajo de investigación; así como también a todos los docentes, en especial mi
profesor de curso por guiar mis pasos en el conocimiento científico; y a todos
mis compañeros de aula.
INDICE
DEDICATORIA:
AGRADECIMIENTO
INTRODUCCIÓN
CAPITULO I
LA ORATORIA
1.1. DEFINICIÓN
1.2. PARTES DE LA ORATORIA
1.3. PARTES
DEL DISCURSO
1.4. PRINCIPIOS
DE UNA ORATORIA EFICAZ
1.5. EVOLUCIÓN
HISTÓRICA DE LA ORATORIA
1.6. CLASIFICACIÓN
DE LA ORATORIA
1.6.1. Oratoria
Política
1.6.2. Oratoria
Didáctica o Académica
1.6.3. Los
Discursos
1.7. GÉNEROS
1.7.1. Género
judicial
1.7.2. Género
deliberativo o político
1.7.3. Género
demostrativo o epidíctico
1.8. GRANDES
ORADORES
CAPITULO II
CUALIDADES DE UN ORADOR
2.1. CUALIDADES FÍSICAS:
2.1.1. La voz:
2.1.2. Gesticulación y ademanes
2.1.3. Porte
2.1.4. El aseo personal
2.1.5. El vestido
2.1.6. La actitud mental positiva
2.1.7. Gozar de buena salud física
2.1.8. Gozar de buena salud psíquica
2.2. CUALIDADES INTELECTUALES
2.2.1. Memoria
2.2.2. Imaginación
2.2.3. Sensibilidad
2.2.4. Iniciativa
2.3. CUALIDADES MORALES
2.3.1. Honradez
2.3.2. Puntualidad
2.3.3. Sinceridad
2.3.4. Congruencia
2.3.5. Lealtad
CONCLUSIONES
BIBLIOGRAFÍA
INTRODUCCIÓN
El presente trabajo monográfico aborda el tema
de la oratoria y las cualidades del orador. Está dividida en dos capítulos: en
el primer capítulo se trata sobre las generalidades de la oratoria y en el
segundo capítulo analiza sobre las cualidades del orador.
Por oratoria se entiende como el arte de
hablar con elocuencia. En segundo lugar,
es también un género literario formado por el discurso, la disertación, el
sermón, el panegírico, sin contar con otras.
En un sentido más amplio, se aplica en todos
los procesos comunicativos hablados, tales como conferencia, charla,
exposiciones o narraciones.
En todos los procesos se aplica la oratoria, y
su finalidad, por lo general, es persuadir. Esta finalidad de lograr la
persuasión del destinatario, es la que diferencia la oratoria de otros procesos
comunicativos orales. Del mismo modo que la finalidad de la didáctica es
enseñar y la de la poética deleitar, lo que pretende la oratoria es persuadir.
La persuasión consiste en que con las razones
que uno expresa oralmente, se induce, mueve u obliga a otro a creer o hacer una
cosa. Ahora bien, no es su única finalidad.
Los buenos oradores deberían ser capaces de
cambiar las emociones de sus oyentes, no sólo informarlos. La comunicación
interpersonal y la oratoria tienen diversos componentes que abarcan cosas como
el lenguaje motivacional, desarrollo personal/liderazgo, negocios, servicio al
consumidor, comunicación ante grupos grandes y comunicación de masas. La
oratoria puede ser una poderosa herramienta que se usa para propósitos tales
como la motivación, influencia, persuasión, información, traducción o simple
entretenimiento.
CAPITULO I
LA ORATORIA
1.1. DEFINICIÓN
Por oratoria se entiende como el arte de
hablar con elocuencia. En segundo lugar, es también un género literario formado
por el discurso, la disertación, el sermón, el panegírico, sin contar con
otras.
En este segundo sentido más amplio, se aplica
en todos los procesos comunicativos hablados, tales como conferencia, charla,
exposiciones o narraciones. En todos los procesos se aplica la oratoria, y su
finalidad, por lo general, es persuadir. Esta finalidad de lograr la persuasión
del destinatario, es la que diferencia la oratoria de otros procesos
comunicativos orales. Del mismo modo que la finalidad de la didáctica es
enseñar y la de la poética deleitar, lo que pretende la oratoria es persuadir.
La persuasión consiste en que con las razones
que uno expresa oralmente, se induce, mueve u obliga a otro a creer o hacer una
cosa. Ahora bien, no es su única finalidad. En la oratoria, como en cualquier
forma de comunicación, concurren cinco elementos básicos, a menudo expresados
como "quién dice que si llore es que yo si te ame". El propósito de
la oratoria pública puede ir desde, simplemente, transmitir información, a
motivar a la gente para que actúe, a simplemente relatar una historia. Los buenos
oradores deberían ser capaces de cambiar las emociones de sus oyentes, no sólo
informarlos. La comunicación interpersonal y la oratoria tienen diversos
componentes que abarcan cosas como el lenguaje motivacional, desarrollo
personal/liderazgo, negocios, servicio al consumidor, comunicación ante grupos
grandes y comunicación de masas. La oratoria puede ser una poderosa herramienta
que se usa para propósitos tales como la motivación, influencia, persuasión,
información, traducción o simple entretenimiento.
Se llama oratoria al arte de hablar con
elocuencia.1 En segundo lugar, es también un género literario formado por el
discurso, la disertación, el sermón, el panegírico, entre otras varias.
Este segundo sentido más amplio se aplica a
todos los procesos literarios que están planteados con propósito persuasivo,
tales como la conferencia, la charla o las exposiciones. Esta finalidad de
persuadir al destinatario es la que diferencia la oratoria de otros procesos
comunicativos orales. Del mismo modo que la finalidad de la didáctica es
enseñar y la de la poética deleitar, lo que pretende la oratoria es convencer
de algo. La persuasión consiste en que con las razones que uno expresa
oralmente se induce, mueve u obliga a otro a creer o hacer una cosa. Ahora
bien, no es su única finalidad. El propósito de la oratoria pública puede ir
desde transmitir información a motivar a la gente para que actúe, o simplemente
relatar una historia. Los buenos oradores deberían ser capaces de cambiar las
emociones de sus oyentes y no sólo informarlos. La oratoria puede ser una
poderosa herramienta que se usa para propósitos tales como la motivación,
influencia, persuasión, información, traducción o simple entretenimiento.
1.2. PARTES
DE LA ORATORIA
Para elaborar un discurso, el orador debía
prestar atención a las siguientes fases, llamadas «oratoria e partes»:
• Inventio.
El orador extrae las posibilidades de desarrollo de las ideas verdaderas, o
verosímiles, que le permitan probar su causa.
• Ordo
o dispositio. Es la distribución adecuada, en el lugar oportuno dentro del
discurso, de las ideas y pensamientos encontrados gracias a la inventio.
• Elocutio.
Traslada al lenguaje las ideas previamente extraídas y ordenadas; suministra el
«ropaje lingüístico»: selección de los términos apropiados, orden en la frase,
ritmo, empleo de figuras retóricas, etc.
• Memoria.
Es el ejercicio por medio del cual se llega a dominar el conjunto del discurso
y la distribución de cada una de sus partes. Un discurso leído era algo
insólito. La memoria se cuenta entre las cualidades que el orador debe tener
por naturaleza.
• Pronuntiatio,
declamatio o actio. Afecta a la exposición oral del discurso. El orador debe
desarrollar determinadas técnicas para modular la voz y controlar los ademanes
y desplazamientos, que deben acomodarse
al tono y al asunto de que se vaya a hablar.
1.3. PARTES
DEL DISCURSO
En la elaboración del texto del discurso, las
ideas halladas (inventio) debían quedar distribuidas (dispositio) en cuatro
partes las llamadas «orationis partes», de acuerdo con el llamado «orden
natural» (que si se alteraba se convertía en «artificial»):
• Exordium.
Es el comienzo del discurso. El objeto del exordio es ganarse la simpatía
(benevolentiam captare) del auditorio hacia el asunto del discurso.
• Narratio.
En la narratio se hace partícipe al auditorio del estado de la cuestión,
exponiendo de manera concisa, clara y verosímil los hechos sobre los que se va
a tomar una decisión. La verosimilitud se consigue mediante la correcta
concatenación de los siete elementa narrationis, 'elementos de la narración':
quis 'quién', quid 'qué', cur 'por qué', ubi 'dónde', quando 'cuando',
quemadmodum 'cómo', quibus adminiculis 'con qué medios'. Como es lógico, el
orador resaltará aquellos aspectos de la narración que le convengan y atenuará
u omitirá los que lo perjudiquen.
• Argumentatio.
Es una confirmación complementaria de la narratio, que hace hincapié en lo que
favorece al orador. Algunos tratadistas dividen la argumentatio en dos partes,
distinguiendo la presentación de las pruebas favorables (confirmatio, probatio)
y la refutación de las pruebas desfavorables (refutatio, confutatio).
• Epilogus
o peroratio: La parte final del discurso tiene un doble objetivo: refrescar la
memoria haciendo una recapitulación, e influir en los sentimientos del
auditorio.
En cada una de estas partes el orador seguía
determinadas pautas para cumplir la finalidad del discurso: hablar de manera
apropiada para convencer. Si quiere convencer (persuadere) el orador debe antes
instruir o demostrar (docere), deleitar (delectare) e impresionar (movere),
combinando estos elementos en diversos grados.
Escuchar un discurso elaborado según estas
reglas, sobre todo si se trataba de un orador afamado, constituía un gran
espectáculo, una verdadera «puesta en escena», que los romanos tenían como uno
de sus entretenimientos preferidos.
1.4. PRINCIPIOS
DE UNA ORATORIA EFICAZ
Si no informas debidamente, no te entenderán;
si no impactas, no recordarán lo que dijiste; si no conmueves, no los
persuadirás; y si no entretienes, se aburrirán y no te prestarán atención.
Un orador pudiera presentar información
valiosa, pero hacerlo de manera poco entendible; pudiera mencionar algunos
ejemplos o ilustraciones bien pensados, pero enredarse y hacerlo de manera
confusa; pudiera decir cosas que tienen en cuenta los sentimientos del
auditorio, pero hacerlo de manera que no parezca que realmente sus oyentes le
importan; o pudiera hacer participar al auditorio y aun así aburrirlo por
hacerlo de manera aburrida y monótona, o desconsiderada y frívola. El resultado
no es que solo no le prestan atención, sino que le pierden el respeto. Su
oratoria no tiene fuerza para invitar a la reflexión ni para impulsar los
cambios.
Uno pudiera estudiar y aprender una larga
lista de principios de oratoria, y aún así fracasar en su intento de llegar al
corazón de sus oyentes. Porque aunque LO QUE se dice es muy importante, la
MANERA de decirlo contiene el secreto del éxito.
Una voz apagada, monótona y carente de
entusiasmo, y unos gestos y ademanes débiles que no pintan cuadros en el aire, difícilmente
pueden estimular a un auditorio, porque el oyente lo interpreta como
desinterés, lo cual despierta una empatía negativa (si a él no le interesa, a
mí tampoco, mejor me voy a dar una vuelta y regreso cuando hable otro orador, o
mejor, la próxima vez no regreso). Si
una reunión siempre comienza de manera poco agradable, aumentan las
probabilidades de que todos lleguen tarde, cuando los temas tienden a ser menos
monótonos. Pero si promete ser muy interesante, será probable que todos lleguen
puntualmente.
Cuando los discursantes tienden a ser
aburridos, los oyentes tienden a sentarse en la parte posterior de la sala para
sentirse libres de poder fugarse tan pronto como consiguen una buena excusa
(tengo sed, me dio tos, me duele la columna, no puedo estar sentado mucho
tiempo, olvidé algo en casa, ya regreso, etc.). Pero cuando tienden a ser
entusiastas, todos madrugan y hasta se pelean por ocupar las filas delanteras.
Por eso, no creas que es suficiente con hablar
bien o no tener temor de hablar en público. El secreto del éxito en oratoria
está en la manera de hacerlo.
1.5. EVOLUCIÓN
HISTÓRICA DE LA ORATORIA
La oratoria nació en Sicilia y se desarrolló
fundamentalmente en Grecia, donde fue considerada un instrumento para alcanzar
prestigio y poder político. Había unos profesionales llamados logógrafos que se
encargaban de redactar discursos para los tribunales.
El más famoso de estos logógrafos fue Lisias.
Sin embargo, Sócrates creó una famosa escuela de oratoria en Atenas que tenía
un concepto más amplio y patriótico de la misión del orador, que debía ser un
hombre instruido y movido por altos ideales éticos a fin de garantizar el
progreso del estado. En este tipo de oratoria llegó a considerarse el mejor en
su arte a Demóstenes.
De Grecia la oratoria pasó a la República
Romana, donde Marco Tulio Cicerón lo perfeccionó. Sus discursos y tratados de
oratoria nos han llegado casi completos. Durante el imperio, sin embargo, la
oratoria entró en crisis habida cuenta de su poca utilidad política en un
entorno dominado por el emperador, aunque todavía se encontraron grandes
expertos en ese arte como Marco Fabio Quintiliano; los doce libros de su
Institutio oratoria se consideran la cumbre en cuanto a la teoría del género.
Sin embargo, como ha demostrado Ernst Robert Curtius en su Literatura europea y
Edad Media latina, la Oratoria influyó poderosamente en el campo de la poesía y
la literatura en general pasándole parte de sus recursos expresivos y
retorizándola en exceso.
1.6. CLASIFICACIÓN
DE LA ORATORIA
1.6.1. Oratoria
Política
Por razón de la gran variedad de asuntos que
comprende, es el género que más transformaciones recibe según las épocas, el
auditorio y las circunstancias, y por lo mismo la que goza de una mayor libertad
de forma y la que menos puede sujetarse a reglas.
En ningún otro género ofrece el discurso
oratorio caracteres tan distintivos, porque las oraciones del púlpito se
acercan ya más a las composiciones poéticas, como ya hemos apreciado en
anteriores casos, como Roberspierre, Lincoln, y otros; mientras que la oratoria
forense pertenece a las obras científicas.
En los encarnizados combates de los partidos y
en las graves cuestiones de cuya resolución dependen la dignidad o la vida de
las naciones, es donde se manifiesta con más evidencia el carácter apasionado
de la oratoria política, pues nunca es más difícil, variables e inconstante el
público que en las asambleas políticas.
La oratoria política exige conocimientos
vastos y profundos, y más en los tiempos en que la ilustración y cultura se
encuentran extendidas.
Además de un perfecto estudio de las
cuestiones de política general y conocimientos técnicos en las diversas y
complicadas ramas de las ciencias administrativas, debe el orador político
conocer a fondo la historia, el modo de ser y sentir del pueblo a que se dirige
la palabra.
La historia por tanto, cumple un factor
determinante en la oratoria política, ya que el orador que fragüe planes para
el porvenir, debe fundar su experiencia en la segura escuela de lo pasado.
a) Preparación
del Discurso
En cuanto a su preparación, el discurso
político difiere en muchos casos de todo otro linaje de discursos. No siempre
es el mejor discurso político el que se prepara con mucho tiempo en la soledad
del gabinete; pues sucede con frecuencia que donde lucen con mayor brillo las
cualidades del orador es en las rectificaciones, o sea en los discurso que
apenas han sido objeto de preparación, verdaderas improvisaciones en que se
contesta y refutan las afirmaciones del contrario.
Claro está, que nos referimos a la falta de
preparación de forma, pues para conseguir el triunfo oratorio en una
rectificación es preciso un profundo conocimiento del asunto y haber pasado
horas enteras examinándolo desde todos los puntos de vista.
b) Elocución
Varía mucho según el auditorio, pues tendrá
que revestir formas templadas si se dirige a una asamblea de personas
respetables, por ejemplo en el Senado; más necesitará mayor vehemencia y
fogosidad si se trata de un tribuno que se dirige a masas populares.
c) División
de la oratoria política
La oratoria política puede dividirse a su vez
en varios géneros:
• Oratoria
Parlamentaria
Es decir los discursos que se pronuncian en
las Cámaras para formar y discutir leyes, y censurar o defender la conducta de
los gobernantes.
• Oratoria
Popular
Discursos dirigido al pueblo para formar o
dirigir su conciencia política, ilustrándose acerca de sus derechos y
encauzando sus voluntades para conseguir el completo reconocimiento de éstos;
claro es que hablamos en el supuesto de tratarse de un orador honrado.
• Oratoria
Periodística
Esta oratoria, es agregada a esta especie, por
parte de COLL y VEHÍ. Considerando la oratoria escrita, por adoptar muchos de
los artículos de los periódicos formas completamente oratorias, sobre todo los
artículos de fondo que solían y suelen caracterizar a parte de la prensa
española.
• Oratoria
Militar
Discursos o arengas pronunciados por los
generales o caudillos en momentos críticos para exaltar el ánimo de los
soldados con palabras enérgicas, sin artificio alguno, y dejando que el corazón
hable en lugar de los labios.
1.6.2. Oratoria
Didáctica o Académica
Este género, comprende los discursos
encaminados a persuadir a los hombres de las verdades científicas, tiene su
origen en la creciente necesidad de expansión y propagación que la ciencia
moderna va experimentando, y abarca todos los asuntos puramente científicos o
de algún modo relacionado con la ciencia, de donde se deduce cuan extenso y
general es su objeto, puesto que en nuestros días apenas queda aspecto de la
realidad que no sea estudiada por la ciencia.
Navarro y Ledesma dice, que esto podría
justificar el criterio de los que reputan como forma didáctica este género de
oratoria; más para comprender la razón de nuestro concepto, basta fijarse en
que el propósito del orador académico no es tanto enseñar o exponer teorías
científicas como convencer o persuadir de la verdad de ésta al público,
empleando para ello la forma de oratoria.
El orador didáctico tiene que reunir
cualidades especiales, pues no le basta un conocimiento completo de la cuestión
sobre la que va hablar, es preciso que posea, además, lo que se llama talento
expositivo, o facultad de hacer llano, agradable y accesible a todas las
inteligencias lo que de por sí es abstracto y difícil.
1.6.3. Los
Discursos
Entre las varias especies de discursos
didácticos debemos señalar los que se llaman con toda propiedad discursos
académicos, porque se leen o pronuncian en las Academias científicas y
literarias.
Los de Exposición Científica, en los cuales el
orador ilustra a sus oyentes respecto de un punto por el investigado.
Los de Vulgarización, destinados a exponer
teorías o descubrimientos modernos, poniéndolo al alcance del público profano.
Y los de Controversia o discursos de puntos
opinables de olas nuevas investigaciones.
1.7. GÉNEROS
Originalmente, la oratoria se dividía en
varias partes. Anaxímenes de Lámpsaco propuso una clasificación tripartita que
asumió después Aristóteles.
1.7.1. Género
judicial
Se ocupa de acciones pasadas y lo califica un
juez o tribunal que establecerá conclusiones aceptando lo que el orador
presenta como justo y rechazando lo que presenta como injusto.
1.7.2. Género
deliberativo o político
Se ocupa de acciones futuras y lo califica el
juicio de una asamblea política que acepta lo que el orador propone como útil o
provechoso y rechaza lo que propone como dañino o perjudicial.
1.7.3. Género
demostrativo o epidíctico
Se ocupa de hechos pasados y se dirige a un
público que no tiene capacidad para influir sobre hechos, sino tan solo de
asentir o disentir sobre la manera de presentarlos que tiene el orador,
alabándolos o vituperándolos. Está centrado en lo bello y en su contrario, lo
feo. Sus polos son, pues, el encomio y el denuesto o vituperio.
1.8. GRANDES
ORADORES
Dentro de los grandes oradores de la historia
se pueden encontrar a:
Entre los griegos, Gorgias, Protágoras,
Pericles, Demóstenes, Esquino e Isócrates.
En Roma, Julio César, Cicerón y Hortensio,
Octavio Augusto.
Entre los modernos, José Antonio Primo de
Rivera, Martin Luther King, Winston Churchill , Robespierre, Adolf Hitler,
Benito Mussolini, Juan Perón, Raúl Alfonsín, Eva Perón, Ramón Otero Pedrayo,
Emilio Castelar, Jorge Eliécer Gaitán,Salvador Allende, Fidel Castro Ruz,
Barack Obama.
CAPITULO II
CUALIDADES DE UN ORADOR
Sean cuales fueran las tareas específicas que
el orador deba realizar en una disertación y aunque muchas de ellas puedan
parecer mecánicas o rutinarias, no puede pasarse por alto la importancia de la
posición que ocupa como comunicador social y/o líder de opinión. Por ello, en
el orador no sólo se valora la aptitud para el desempeño de las funciones como
expositor sino también la idoneidad a través de una serie de cualidades que a
nuestro entender debe poseer un orador de éxito y que a continuación presentamos.
2.1. CUALIDADES FÍSICAS:
Estas cualidades tienen que ver con la
apariencia personal del orador, no involucra que sea hermoso o de físico
impresionante. Implica el cumplimiento de una serie de pautas sencillas que le
permitan resaltar su personalidad, de tal forma que constituya un conjunto
armonioso y estético ante los ojos de los demás.
2.1.1. La voz:
Constituye el medio primordial y básico del
orador, ya que por medio de ellas se proyecta. Deberá ser clara, sonora y
proporcionada a las circunstancias. Aunque sea perfectamente cierto que un
auditorio tolerará una voz desagradable también es cierto que aceptará de mayor
gusto una voz agradable. Hay gran cantidad de ejercicios que podemos utilizar
para embellecer nuestra voz. Para matizarla, para acomodarnos en nuestro mejor
tono. Tienda a abrir la boca con amplitud, muchos oradores pretenden hablar con
los dientes apretados, con los músculos del rostro y de las mejillas casi
inmóviles y rígidos. Tenga siempre cuando hable que el tono sólo puede fluir
con libertad si la boca está siempre bien abierta. Para lograr eso hay que
dedicar tiempo a los ejercicios de gimnasia facial.
2.1.2. Gesticulación y ademanes
La gesticulación se refiere a los movimientos
de los músculos de la cara que dan mayor expresión al estado de ánimo. Los
ademanes son los movimientos de los brazos y manos que hacen más enfática y
enérgica la expresión.
2.1.3. Porte
Corresponde a la buena disposición,
presentación personal, decencia y lucimiento del orador. Es un factor que contribuye
en gran parte a despertar la simpatía y atracción del auditorio.
2.1.4. El aseo personal
Es la limpieza, cuidado, compostura y buena
disposición de nuestro cuerpo. Ello transmite una agradable impresión a través
del sentido visual y olfativo. El acicalamiento en nuestro peinado, maquillaje
y perfume permiten un buen acercamiento de los oyentes hacía nosotros. El no
bañarse o no cepillarse los dientes, a la larga van produciendo un hedor
insoportable o un aliento nada agradable que pondrá una barrera entre nosotros
y las personas con las que tratamos. Es recomendable el baño diario, el cambio
de ropas con la misma frecuencia, el corte de uñas y de cabello en forma
periódica.
2.1.5. El vestido
Es la cubierta que nos ponemos en el cuerpo
para abrigo o adorno. Involucra el conjunto de piezas que sirven para cubrir
nuestro cuerpo, pueden ser formales o informales según la ocasión en la que
tengamos que utilizarlo. Constituye la prenda exterior completa de una persona
y en el caso de los oradores constituye su uniforme de trabajo; esta vestimenta
debe ser la adecuada para cada reunión oratoria debiendo primar los principios
de elegancia, limpieza y una correcta combinación de prendas y/o colores. Recordemos
que el vestido resalta nuestra personalidad, formalidad y pulcritud.
2.1.6. La actitud mental positiva
Es la condición subjetiva de nuestra mente;
ésta nos permite tener una actitud mental positiva que nos impulsa a realizar
lo anhelado o en su defecto, una actitud mental negativa que sólo apunta a
buscar excusas para no realizar lo deseado. Estas actitudes tienen que ver,
principalmente, con nuestros pensamientos ya que nuestras acciones son el
reflejo de ellos. Por ello, todo orador debe estar imbuido de actitud mental
positiva para realizar sus exposiciones con entusiasmo y mucho optimismo; ello
se logra a través de la autosugestión y del correcto uso de las técnicas de
respiración y de relajamiento.
2.1.7. Gozar de buena salud física
Un orador con dolor de muela, dolor de cabeza
o fuerte dolor de vientre, no podrá realizar con eficacia sus exposiciones, el
dolor lacerante lo pondrá de mal humor o lo indispondrá para sus tareas. Lo
recomendable es que periódicamente se acuda al médico para un chequeo general y
evitar desagradables sorpresas. La labor un tanto estresante, conlleva a
padecer de una serie de dolencias que al no ser atendidas o al ser mal curadas,
pueden convertirse en crónicas y mortales. Se debe combinar una buena dieta con
ejercicios matutinos para evitar el sedentarismo y las enfermedades
psicosomáticas.
2.1.8. Gozar de buena salud psíquica
La mente también se enferma y puede producir
lamentables estados de distorsión de la personalidad; paranoia, esquizofrenia y
aún, psicopatía. Logicamente una persona con desbarajustes mentales no podrá
realizar a satisfacción su labor como orador, casi siempre tendrá problemas con
sus superiores, compañeros de trabajo y más aún, con el público oyente. Una
visita al psicólogo o psiquiatra es recomendable, pues a diferencia de las
enfermedades físicas estas no se manifiestan pasivamente, sino a través de un
accionar desequilibrado que perjudica el buen desempeño del orador.
2.2. CUALIDADES INTELECTUALES
Estas cualidades están relacionadas con la
facultad para conocer, comprender y razonar; implican un conjunto de
características inherentes que todo orador debe desarrollar y utilizar con
eficacia. Estas cualidades propias de la actividad mental, están al alcance de
todos y sólo requieren de decisión para aplicarlas.
2.2.1. Memoria
El poder recordar nombres, rostros,
situaciones y la ubicación exacta de documentos o cosas, constituye un
requisito indispensable en la labor del orador, ello le permite evocar con
facilidad, información que se necesita en lo inmediato. El llamar a las
personas por su nombre, luego de haberlos reconocido, constituye una muestra de
especial deferencia hacia el público con el que tratamos. Recordar la ubicación
de documentos y cosas, nos permite realizar las labores con mayor rapidez. La
memoria se ejercita a través de la observación minuciosa, la retención y la
evocación.
2.2.2. Imaginación
Consiste en la facultad de reproducir
mentalmente objetos ausentes; de crear y combinar imágenes mentales de algo no
percibido antes o inexistente. El término imaginación, incluye dos
características básicas: la renovación o "reexperimentación" de lo ya
vivido (memoria), y la creación de imágenes mentales que antes no existían
(imaginación). Los psicólogos distinguen entre imaginación pasiva, que recupera
imágenes previamente percibidas por los sentidos y la imaginación activa,
constructiva o creativa, mediante la cual la mente produce imágenes de sucesos
o de objetos poco o nada relacionados.
2.2.3. Sensibilidad
Es la facultad de sentir física o moralmente
los sentimientos de alegría, pena, dolor, compasión y ternura. Es una cualidad
propia de los seres humanos, pero no por ello todos los tienen desarrollados en
la misma medida. Existen algunos oradores que parecieran insensibles al dolor
ajeno, dan la impresión de no interesarles para nada los sentimientos de sus
congéneres. A la larga, estas personas se hacen odiar y son públicamente
vilipendiadas. En cambio, un orador que demuestre sensibilidad en su trato y en
sus acciones se ganará el cariño y estima de las personas con las que trata.
2.2.4. Iniciativa
Es el ideal que nos mueve a realizar algo por
voluntad propia sin que nadie nos lo diga, ordene o motive. Involucra la acción
de adelantarse a los demás en hablar u obrar, es una cualidad personal que
inclina a las personas a realizar acciones para alcanzar una ventaja
competitiva. En la mente de todo orador debe estar presente siempre la frase:
«la iniciativa es del interesado», si anhelamos lograr un objetivo, no podemos
confiar sólo en la voluntad divina o en la buena voluntad de las personas; sino
que, como interesados, debemos intervenir directamente para su concretización.
2.3. CUALIDADES MORALES
La moral está relacionada a las costumbres y a
las normas de conducta de una determinada sociedad. Por extensión, podemos
decir que es el conjunto de normas de comportamiento que debe cumplir un
orador, para que exista congruencia entre lo que predica y hace, en el
ejercicio de su labor profesional.
2.3.1. Honradez
Es una cualidad que involucra un proceder
recto y honesto de parte de un orador. Actuar con honestidad significa, no
apartarnos de los cánones morales establecidos por la profesión ya que muchas
veces suelen presentársenos oportunidades o propuestas nada decentes, que bien
podríamos aprovechar en beneficio nuestro. La falta de honradez significa una
falta moral hacia nuestra profesión y el desprestigio para nuestra persona. Un
orador que no sea honrado, poco tiempo durará en su trabajo, pues las
exigencias de su labor demandan de él, un proceder recto y honesto.
2.3.2. Puntualidad
Es la cualidad de hacer las cosas con
prontitud, diligencia y a su debido tiempo. Es ser exactos en hacer las cosas a
su tiempo y de llegar a los sitios convenidos en la hora establecida. Napoleón
Bonaparte solía decir: «la hora es la hora... cinco minutos antes de la hora,
no es la hora... cinco minutos después de la hora tampoco es la hora.» y
concluía diciendo: «puedo perder una batalla pero nunca un minuto; las batallas
se recuperan, el tiempo jamás» La puntualidad es en esencia, una cualidad que
todo orador debe practicar e interiorizar en su subconsciente.
2.3.3. Sinceridad
Es el modo de expresarse libre de fingimiento
y mentiras. Involucra hablar con veracidad y sin doblez. En la boca del
mentiroso todo se hace dudoso; en cambio, en los labios de una persona sincera,
todo es creíble y aceptado con confianza. Un orador debe ser sincero tanto en
lo que dice como en lo que hace; existen ocasiones en las que se ve al orador
fingiendo, descaradamente, estados de ánimos que no siente para tratar con
personas o públicos que no les agrada. Piensa que el fingimiento no se nota,
pero es evidente y causa serios problemas en la interrelación con nuestros
semejantes.
2.3.4. Congruencia
Es la relación que existe entre «el pensar» y
«el actuar», relación que muchas veces no es armoniosa, pues a menudo no
hacemos lo que predicamos. Un orador puede manifestar en una exposición
empresarial, que los cigarrillos son perjudiciales para la salud y que por
consiguiente no debemos fumar, pero al terminar su exposición, en el hall del auditorio,
compra una cajetilla para fumarlos delante de su sorprendido público. Todo lo
que decimos debe tener su contraparte en la acción, caso contrario corremos el
riesgo de caer en la demagogia o cháchara barata.
2.3.5. Lealtad
Es la cualidad de ser leal; es decir,
convertirse en una persona incapaz de traicionar la confianza depositada en
uno, o ser incapaz de engañar a quien le ha brindado su consideración. Se
entiende por leal a la persona que pese a los graves problemas que se suscitan,
no abandona jamás al compañero, jefe o institución para la que trabaja. Dícese,
que la lealtad inspira la realización de acciones nobles, altruistas y hasta de
sacrificio. Más que una cualidad, es una virtud que todo orador debe practicar
a diario como parte de su comportamiento ético y moral.
CONCLUSIONES
1. La
Oratoria es un arte de hablar en público con elocuencia. Es muy útil en la sociedad actual.
2. La
oratoria se aplica en todos los aspectos de la vida; en una graduación, en una
despedida, en un discurso, en una conferencia, una charla, exposiciones o
narraciones.
3. La
finalidad de la oratoria, es persuadir. Esta finalidad de lograr la persuasión
del oyente, es lo que marca la diferencia con los demás géneros.
4. La
persuasión consiste en que con las razones que uno expresa oralmente, se
induce, mueve u obliga a otro a creer o hacer una cosa.
5. Los
buenos oradores son capaces de cambiar las emociones de sus oyentes, no se ciñe
a un acto informativo.
6. El
comienzo y en el final de una exposición son las partes más influyentes. Sin
duda son los momentos más importantes y más difíciles, y también los más
descuidados por los inexpertos.
BIBLIOGRAFÍA
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