ALEJANDRO MAGNO biografia
Alejandro III, el Magno, o
simplemente Alejandro Magno (el Grande), nació en agosto de 356 aC. en la
ciudad de Pella, capital de Macedonia, actual Grecia. Hijo del Rey Filipo II y
de la princesa Olimpia, descendiente de la familia real Epirota, con quien
mantendrá una relación de amor y odio, rayana en la enfermedad. Adoraba los
poemas épicos que le leía su institutriz y allí comienza su admiración por
Aquiles, a quien intentó imitar el resto de su vida.
Alejandro fue enviado a Mieza
donde obtuvo su formación militar; física en manos de Leónidas I, y, teniendo
como tutor a Aristóteles, en filosofía, geografía, zoología, literatura,
poesía, retórica, ciencia y medicina. A los 16 años lucha contra lo Tríbalos e
Ilirios, además de ejercer interinamente el gobierno mientras su padre sitiaba
Bizancio.
A los 18, al frente de la
caballería triunfa contra los Medas en la batalla de Queronea. Las relaciones
tempestuosas entre sus padres hace que Filipo destierre a Olimpia a Epiro,
quien partió de la mano de su hijo. Asesinado su padre a instancias de
Paussanias en el año 336 aC., y a sus 20, accede, tras el magnicidio al que
muchos vincularon junto con su madre, al trono macedonio. En realidad, la
sucesión correspondía a su hermanastro Arrideo, hijo de Filipo y una bailarina,
pero que padecía alguna deficiencia mental que lo relegó de la lucha por el
poder. La muerte del rey fue la oportunidad de los griegos de soltarse del yugo
cruel al que los sometía Filipo, sublevándose, algunas ciudades, a la autoridad
real. (Luego de la guerra del Peloponeso, Filipo utilizó la Grecia dividida por
los conflictos entre Esparta y Atenas para, con su ejército, reunificar la
región bajo sus designios).
Tebas fue la cabeza del levantamiento (a la
que se plegaron Grecia, Ambracia, etc) haciendo correr el rumor de la muerte de
Alejandro, y la primera que pisó cuando detuvo a los rebeldes. Ésta es la
primera oportunidad, también, en que manifestó una crueldad poco común, pasando
por la armas y vendiendo como esclavos a los habitantes de las ciudades
sublevadas. Puesta en peligro la frontera norte por un enemigo muy superior,
Alejandro el Magno se dirige hacia allí y procede al fortalecimiento de la
misma demostrando una notable capacidad estratégica y una tremenda valentía. En
el año 334, a los 22 años, inicia la campaña contra Persia, quien fuera el
enemigo histórico de Grecia, unida por primera vez. A las orillas del río
Granicus, en el Asia Menor, gana la batalla homónima contra las fuerzas persas
del rey Darío III, su primer gran victoria, en la que 31.000 macedonios
derrotaron a casi 80.000 asiáticos, más la guardia personal de Darío (los
“10.000 inmortales”).