RESUMEN Y ANALISIS de la obra LA CELESTINA Fernando de Rojas
Calisto, joven de noble linaje,
entra en el jardín de la hermosa Melibea persiguiendo a uno de sus halcones de
caza. Al verla se enamora de ella y-le declara su amor, pero la joven lo
rechaza.
El desdeñado Calisto se retira a
su casa lleno de angustia, se lamenta de su mala fortuna y confía a su criado
Sempronio la causa de sus sufrimientos.
Éste se ofrece a traerle "a
una vieja llamada Celestina, hechicera, astuta, sagaz en cuantas maldades hay,
que a las duras peñas conmoverá y provocará a lujuria, si quisiere" y que,
en cuestiones de amor, sabe dominar las voluntades rebeldes.
Calisto acepta. Sempronio va en
busca de Celestina, en cuya casa vive Elicia, amante del criado, y refiere a la
vieja alcahueta los deseos de su amo, conviniendo con ella en repartirse los
frutos de la esplendidez con que seguramente Calisto pagará sus oficios.
Mientras tanto, otro criado del
joven enamorado, el fiel Pármeno, intenta disuadirlo de recurrir a las artes de
Celestina, cuyas trapacerías, habilidades y andanzas conoce muy bien:
"Mala mujer, experta en
todos los engaños, astuta, simuladora, y siempre pronta a favorecer el vicio y
a lanzar a sus víctimas al deshonor, con tal de ganar dinero". Pero sólo
consigue enojar a su amo.
Cuando la vieja llega a casa de
Calisto, comprende de inmediato que en Pármeno tiene un enemigo y procura
desarmarlo contándole cómo la madre de él ejercía la misma profesión que ella.
Más tarde, Celestina se lo atrae
"con anzuelo de codicia y de deleite", pues le ofrece participación
de lo que su amo dé para pagar sus servicios y le promete conseguirle los
favores de la hermosa Areusa, prima de Elicia y también pupila de la vieja. Con
ello lo hace cómplice de sus fines.
Celestina llega fácilmente a un
acuerdo con Calisto. Como anticipo recibe cien monedas de oro, y de inmediato
pone manos a la obra.
Munida de unas madejas de hilo
que ha hechizado, se dirige a casa de Melibea con intención de vendérselas para
que "quede de tal manera enredada, que cuanto más las mire, tanto más su
corazón se ablande, y se le abra y lastime de fuerte amor de Calisto, tanto
que, despedida toda honestidad, se confíe a mí y me galardone mis pasos y
mensaje".
El diálogo entre Celestina y
Melibea es un prodigio de psicología femenina.
La sagaz medianera, viendo que no
logra su propósito por el camino del amor, lo consigue por el de la compasión.
Celestina prepara hábilmente el
terreno y convence a Melibea, ya enamorada de Calisto, para que otorgue una
cita al mancebo, entrevista que tendrá lugar a las doce de la noche.
Calisto premia a Celestina por
sus oficios regalándole una gran cadena de oro, y a la hora señalada se dirige
a casa de Melibea.
Los jóvenes se declaran su mutua
pasión y, cuando se despiden, acuerdan verse a la misma hora de la noche
siguiente. Calisto escalará la tapia del jardín y Melibea lo recibirá en su
alcoba.
Cuando Sempronio y Pármeno
reclaman a Celestina su parte en las dádivas de Calisto, la vieja se niega al
reparto y ellos entonces promueven un altercado y la apuñalan.
Luego, ambos huyen, la justicia
los prende y al día siguiente son decapitados en la plaza pública. Calisto se
duele de la pérdida de sus servidores y de Celestina, pero igualmente acude a
la cita de Melibea, escala el muro del jardín y ella lo recibe en su recámara,
según lo prometido, y permanece en su compañía hasta el amanecer; pero al
descender el mancebo cae de la escala y se mata.
Cuando Melibea se entera de la
terrible desgracia, se arroja desde lo alto de una torre de la casa, pero antes
confiesa a su padre su apasionado amor por Calisto y su dolor:
"¡Cortaron las hadas sus
hilos, cortáronle sin confesión su vida, cortaron mi esperanza, cortaron mi
gloria, cortaron mi compañía!", declara su deshonra y pide ser sepultada
junto a su amado.
La obra termina con el
"grandísimo" llanto y las lamentaciones de Pleberio, padre de
Melibea, quien cuenta a Alisa, su esposa, la muerte de su hija, mostrándole su
cuerpo "todo hecho pedazos".
ANÁLISIS
ÉPOCA
“La Celestina” salió a la luz en
1499. En su primera edición, Burgos, contó con dieciséis actos, pero no tenía
todavía prólogo; en la segunda y tercera ediciones, Toledo, en el 1500 y
Sevilla, hacia el 1501 se concibieron pocos cambios, tan solo a la de Sevilla
se le añadió la carta del autor “a un su amigo” y los versos acrósticos que
sirven de introducción a la obra; y finalmente la de Sevilla en 1502, que
contaba ya con prólogo, tres octavas más y los cinco actos añadidos que en el
apartado de la autoría trataremos más profundamente.
GÉNERO LITERARIO:
De esta obra se discute si es
novela o drama, ya que por su desmesurada duración, su lengua en prosa y el
resumen que aparece antes de cada acto se le considera novela; pero por su
estructura de dialogo se le considera teatro no representable. De todas formas
se trata de una novela dramática.
TRASCENDENCIA:
La obra de “La Celestina” es la
culminación de la literatura medieval. A partir de ella se abre el periodo de
la literatura clásica española. La obra se sitúa a caballo entre dos estilos de
vida: la Edad Media y el Renacimiento.
Por la perfección de la lengua
empleada, el realismo y la acertada estructura tanto estética como dramática,
algunos autores consideran que si Cervantes no hubiera existido “La Celestina”
ocuparía el primer lugar ente las obras compuestas. Así mismo Cervantes dijo en
su día “sería un libro divino si escondiese más lo humano”
Aunque la Celestina como el
personaje ya tuvo su predecesor, por ejemplo, en Trotaconventos del Arcipreste
de Hita. Otros autores como Lope de Vega en “La Dorotea” y Cervantes en “”La
tía fingida” también la emplearon en sus ya nombradas obras. El motivo de la
Celestina tuvo muchos imitadores.
ARGUMENTO:
Calixto, de noble linaje, entra
en el huerto de Melibea persiguiendo un halcón. Preso de súbito y profundo
enamoramiento, al ver a Melibea, se lo manifiesta; pero ella le rechaza. Ya en
casa, se muestra abatido y pesaroso. Aconsejado por sus criados, Sempronio y
Parmeno, recurre a la vieja Celestina que se presta a ablandar el duro corazón
de la joven Melibea.
Celestina visita a Melibea y
consigue, con astucia, interesarla por Calixto. Sempronio y Pármeno, que tienen
amores con Elicia y Areúsa, jóvenes pupilas de Celestina, desean parte de las
recompensas que Celestina ha ido recibiendo de Calixto. Calixto logra el amor
de Melibea casi al mismo tiempo que Sempronio y Pármeno, después de discutir
con Celestina por las ganancias obtenidas, la matan y, a los gritos de Elicia,
viene la justicia que prende a los asesinos.
Tristán y Sosia, otros dos
criados de Calixto, le cuentan que el pueblo, indignado, dio muerte también a
Sempronio y a Pármeno cuando eran conducidos por los alguaciles. Calixto lo
lamenta; pero pronto lo olvida, atento a su propia felicidad.
Elicia y Areúsa conciertan con
Centurio, nuevo galán de esta, vengar las muertes de Celestina, Sempronio y
Pármeno, de las que hace responsable a Calixto. Pleberio y Alisa, padres de
Melibea, ignorantes de los amores de su hija, piensan que ha llegado el momento
de casarla. Areúsa se entera por Sosia de las repetidas entrevistas nocturnas
que Calixto y Melibea tienen en el huerto de esta y Centurio manda allí gente
con armas. A las voces de Sosia, Calixto sale precipitadamente, pero, al
intentar bajar por la escala uno de los hombres de Centurio derriba la escala y
Calixto se despeña y muere.
Melibea, desde lo alto de la
torre de su casa, cuenta a sus padres sus amores, el trágico fin de Calixto y,
sin esperanza de felicidad, se despeña también, para tener la misma muerte que
su amado, Calixto. La obra termina con el llanto de Pleberio ante el cadáver de
su hija quejándose del poder y de los lamentables efectos del amor.
PERSONAJES
Celestina: Sobre ella giran todas las acciones de la obra. Es la
protagonista central. Este personaje es una vieja ramera, maestra de Elicia y
Areúsa, que ahora se dedica a todo tipo de trabajos, un total de hasta seis, en
su desbaratada casa en las afueras del pueblo. Como he comentado en el párrafo
anterior, es malvada y por su avaricia muere a manos de Sempronio y Pármeno.
Uno de sus trabajos, y del que trata el libro, es el de mensajera de amores y
mediante conjuros y pociones consigue que el interesado consiga su propósito.
Melibea: Es de alto linaje y perteneciente a una familia acomodada.
Es el personaje que sale perjudicado de las acciones de Celestina ya que su
enamoramiento por Calixto llega a tal punto que cuando su amado muere ella
desea su mismo fin. Presenta dos formas de ser, una hacia Calixto y otra hacia
el resto de la gente. Con él se muestra cariñosa y receptiva pero con el resto
de la gente, por ejemplo, sus padres, no les cuenta ni sus amores ni sus males.
Calixto: Al igual que Melibea es perteneciente a la nobleza y
cuenta con gran número de criados (lo que nos lleva a pensar que también está
acomodado). Se encomienda a las artes de Celestina para lograr un amor, el de
Melibea, que por sí mismo le ha sido imposible lograr. El amor le lleva a
realizar locuras impropias de él hasta su llegada. Celestina y los criados de
Calixto, pensado únicamente en los bienes materiales, estafan y timan al
desamparado Calixto que no ve maldad en las acciones de estos.
Sempronio: Aliado de Celestina desde que su amo, Calixto, le habló
de su amor hacia Melibea. Sempronio es uno de los criados de Calixto, y el más
desleal. Sempronio es avaricioso, materialista e inmoral y no presenta ningún
signo de nobleza a lo largo de la obra.
Pármeno: Otro de los criados de Calixto. Pármeno en un principio
desconfía de Celestina y le hace saber a su amo lo que le sucedió con ella de
niño. Su amo, cegado por su amor hacia Melibea no le hace caso y es poco
después cuando Pármeno decide unirse a Celestina y Sempronio. Al contrario de
Sempronio, Pármeno intentaba ser leal a su amo pero viendo los resultados se
alió, al igual que Sempronio, con la vieja Celestina. Pármeno y Sempronio,
ciegos de avaricia, asesinaron a Celestina. Este fue el resultado del cambio de
pensamientos que Celestina y Sempronio inculcaron a Pármeno.
Elicia: Sobrina de Celestina y de su misma profesión, ramera.
Aprendiz de Celestina y con pensamientos parecidos. Con Sempronio como amante
es feliz, aunque algo envidiosa de los ricos. Es impulsiva y atrevida.
Areúsa: La segunda prostituta que aunque no es familia de Celestina
la trata de madre. Es más independiente de Celestina y con un más notable
carácter. Cuando se entera de la muerte de Celestina y culpando de ella a
Calixto, intente vengarse. Como su amado y el de su “hermana” Elicia han muerto
hace suyo a Centurio que envía unos hombres armados al huerto de Melibea para
acabar con Calixto.
Lucrecia: Es criada de los padres de Melibea. Pleberio y Alisa. No
tiene un carácter definido. Aunque es testigo presencial de las visitas
nocturnas de Calixto y de algunos otros hechos de relevancia: la muerte de su
ama, el ataque de los hombres de Centurio... calla y obedece.
Tristán y Sosia: Son los dos nuevos criados de Calixto. Tristán es
un encariñado y fiel criado con su señor. Sosia es más bondadoso, pero también
más necio. Es un instrumento en la venganza que Elicia lleva a cabo.
Padres de Melibea: No tienen gran trascendencia en la obra. Quieren
lo mejor para su hija y no se dan cuenta de que ya no es una niña. Se
sorprenden cuando al final de la obra descubren los sentimientos de su hija
hacia Calixto.
INTENCIÓN:
El fin de esta obra es el de
enseñar que el amor puede llegar a terminar en tragedia. La obra intenta
despertar y espabilar a los jóvenes enamorados y “bajarlos de su nube de
algodón”. Además el autor terminó la obra (añadiendo los cinco actos ya
nombrados con anterioridad) para deleite y disfrute que la obra tenía en su
corta existencia.
LENGUAJE:
Muestra la diferencia entre
clases, los de alta clase tienen un lenguaje culto, erudito y elaborado
mientras que las clases bajas poseen un vocabulario más vulgar y llano.
VALORACIÓN CRÍTICA
Esta obra presenta claramente lo
que era el amor hacia la Edad Media. Aunque tiene un poco de fantasía y es un
poco trágica, representa perfectamente los pensamientos de la época. Las
distintas maneras de entender la vida, el amor, el dinero... hacen esta obra
amena aunque en ocasiones pesada, ya que al estar divida en tantas partes y
debido a su lenguaje de la época (lo que hace difícil la comprensión del libro)
te entran ganas de llegar al final del capítulo y dejar el libro. Aunque sin
embargo el libro también contiene sus momentos de intriga y, al final, de pena
por la muerte por amor de Melibea.