LA CORRUPCIÓN EN EL PERÚ Y ALTERNATIVAS DE SOLUCIÓN
El Perú junto con la mayoría de
los países latinoamericanos es un país con una alta tasa de corrupción, donde
la podredumbre alcanza a los niveles más altos del gobierno.
Hay varios tipos de corrupción,
entre los que resaltan el tráfico de influencias, malversación de fondos,
coimas y nepotismo. ¿Qué genera la corrupción?: Poder discrecional, salarios
demasiados bajos, ineficiente administración pública, concentración de poderes,
entre otros factores. El Perú se ubica en el puesto 78 en el último Índice de
Percepción de la Corrupción publicado por la organización Transparencia
Internacional.
¿Qué hacer frente a la corrupción?
La riqueza pública de las
naciones, compuesta por activos físicos y financieros que legalmente le
pertenecen a los gobiernos, es enorme. Según estiman, en cada país existiría
una riqueza pública cuyo valor sería equivalente por lo menos al PBI del país. Dado
el enorme valor de estos activos, los países se podrían beneficiar enormemente
de un manejo más eficiente de sus recursos.
Lamentablemente, a pesar del
enorme valor de los recursos públicos existentes en los países, lo que se sabe
sobre ellos es muy poco, se tiene poca información sobre ello, ya sea por
conveniencia política o por ocultar actos de corrupción.
Una prueba es que no se puede
encontrar la hoja del balance del país. Solo en Reino Unido, Nueva Zelanda y Suecia
se producen hojas de balance del país en las que se incluye el valor de los
activos del Estado.
Sin embargo, incluso en dichos
países, la información está fragmentada y los métodos de valorización no siguen
los métodos internacionales estándar para hacerlo. Este problema es
particularmente grave en los activos inmobiliarios.
Para resolver este tema, Dag
Detter y Stefan Folster proponen tres principios básicos para mejorar el manejo
de los activos inmobiliarios del Estado.
·
En primer lugar, transparencia, elemento
indispensable para una adecuada rendición de cuentas.
·
En segundo lugar, definición de objetivos claros
para el manejo de los activos del Estado. Un objetivo, por ejemplo, podría ser
la promoción de vivienda social. Otro podría ser la maximización de su valor.
·
En tercer lugar, blindar al manejo de los
activos del Estado de toda injerencia política.
Probablemente, uno de los
aspectos más interesantes de la propuesta es que plantean una alternativa al
debate actual que se centra en la necesidad de privatizar los activos del
Estado.
Para luchar contra la corrupción
es primordial una democracia real con una separación de todos los poderes y por
otro lado, una prensa independiente. No obstante, un elemento clave es: la
creación de Fondos Nacionales de Riqueza que podrían estar administrados por
empresas independientes dirigidas por profesionales.
Lo importante en este caso es
aislar los bienes estatales de las manos de los políticos en el poder, de
manera que no puedan acceder a ellos. Varios países ya cuentan con instrumentos
que limitan los Fondos Nacionales de Riqueza. Por ejemplo Singapur que hasta
ahora, ha tenido utilidades anuales en torno al 16 % con lo que se ha podido
invertir en educación, salud o infraestructura.
Sin embargo, este proceso de
creación no es simple. Hay países que emplean agencias gubernamentales, cuya
dirección no se puede considerar independiente. El Consejo del país debe elegir
un consejo de directores externos, responsables de contratar a gerentes
profesionales externos. Este equipo debe evaluar la riqueza de los bienes
estatales.