CHINA EL DESPERTAR DEL DRAGÓN ASIÁTICO
China pasó de ser una sociedad
mística de mitos y leyendas a ser una gran potencia mundial. Después de la
revolución cultural de Mao, el gobierno chino comenzó a implementar una
estrategia de tres puntas: estimular las inversiones extranjeras para atraer
tecnología internacional y capital humano; estimular a que los mejores estudiantes
del país hicieran sus licenciaturas y maestrías en el extranjero, e invitar a
universidades extranjeras a establecerse en China. En 2009, había cuatro
escuelas de negocios asiáticas entre las mejores 25 del mundo. Tienen 126
escuelas de negocios autorizadas por el Ministerio de Educación para dar
maestrías en administración de empresas, incluidas unas 35 escuelas de negocios
de Estados Unidos y Europa, que están graduando casi 20.000 nuevos gerentes por
año. China está creando una nueva elite de emprendedores. La nueva clase
capitalista china será cada vez más competitiva.
Más de 500 millones de personas
fueron sacadas de la pobreza extrema en China en las últimas tres décadas,
gracias a un crecimiento económico constante cerca del 10% anual. Durante el
mismo período la pobreza extrema en América Latina apenas bajó del 18% al 13%.
La China de hoy es el paraíso de
los capitalistas. Es un capitalismo de Estado sin derecho a huelga, todos los
trabajadores pueden ser despedidos sin más; casi todo el mundo tiene que pagar
su seguro médico, y los estudiantes universitarios pagan por sus estudios.
En 2006, la cifra de estudiantes
chinos en el exterior era de 130.000 – tres veces más que todos los países
latinoamericanos. Los Chinos sienten obsesión por la educación. Las familias
chinas invierten la mayor parte de su dinero, y de su tiempo, en la educación
de sus hijos.
Los laboratorios de investigación
y desarrollo de Microsoft en China pasaron de tener 500 ingenieros en 2006 a
unos 3.000 en 2008, y la compañía está invirtiendo unos 100 millones de dólares
anuales en ampliaciones. China tiene más de tres millones y medio de
profesionales en ciencia y tecnología, y las universidades están graduando
350.000 ingenieros por año. La enorme oferta de ingenieros han convertido a
China en un centro de innovación irresistible para las compañías
multinacionales.