Resumen UN LADRÓN ENTRE NOSOTROS
RESUMEN
LAS MONEDAS DE ROBERTA
Todo era normal en el salón de aula, las clases, los
recreos, los chicos buenos, los chicos malos como en toda escuela del mundo.
Hasta que cierto día sucedió algo fuera de lo normal
desaparecieron unas monedas del monedero de Roberta.
Cuando fue en busca de su regla para hacer el
subrayado que la maestra exigía, se dio con la sorpresa que dentro de su
mochila, su monedero estaba abierto y en él no estaba ninguna moneda de las que
había guardado.
El suceso pasó de boca en boca de cada alumno, hasta
llegar a oídos de la profesora quien se sorprendió al ver como Roberta lloraba
por que le faltaban sus monedas.
UNA PENA
La profesora se acercó y rebuscó en la mochila de Roberta. Echó el
contenido en la mesa, cayeron; un diccionario, el cuaderno de comunicaciones,
un sobre rosado con calcomanías de corazones, un paquete de galletas a medio
empezar y nada más.
Estás segura que tenias las monedas guardadas en el monedero -le inquirió
la maestra, a lo que ella respondió que estaba segura.
La maestra dudaba de la veracidad de la afirmación de Roberta y supuso
que se le perdió en el patio o en el baño.
Si alguien la encontró la va a dejar en la secretaria culminó diciendo la
maestra. A la salida Roberta se acercó a la secretaria a preguntar si algún
muchacho había dejado tres monedas y se fue triste por que no pasó eso.
Roberta nunca más encontró las monedas que perdió esa tarde.
LA PLUMA DORADA
Después de tres días del suceso ocurrido con Roberta,
sucedió que a Ámbar le sustrajeron una pluma dorada que su padre le había
regalado la noche anterior. Ámbar con la voz potente que tenía dio un grito
terrible, diciendo: “me robaron mi pluma dorada”. La maestra que se acercaba
por el pasillo, entró asustada por la afirmación hecha y perpleja mas por el
verbo usado que por la acción.
¿Dónde la dejaste? ¿Revisaste bien? Preguntó la
maestra.
Estoy segura que lo dejé en mi cartuchera y no está
gritó con voz mega amplificada.
Fuimos al recreo y al volver ya no está en mi cartuchera
vociferó.
No lo hiciste caer debajo de la mesa, replicó la
maestra y se puso a buscar. Ámbar se prendió en más cólera.
Luego del recreo todas las niñas que tenían pluma
dorada mostraron su pluma preguntaron si era la que Ámbar había perdido.
La maestra en un afán de mostrar que debían ponerle
nombre a sus útiles y mezcló las cuatro plumas que le dejaron sobre la mesa. Se
metió en un problema mayor pues ahora nadie sabía cuál era su pluma y se
agarraron en una bronca descomunal, que solo la pudo parar la directora.
ENCUENTRO EN LA BIBLIOTECA
Luba y Roberta buscaron a Ramón y lo citaron en la
biblioteca a la hora del recreo. El acostumbraba ir a leer libros de anatomía
sobre el cuerpo humano y su amigo Ivan quizo ir con él. Tuvo que desviarlo para
poder encontrarse con las dos chicas.
Ellas al estar reunidos le propusieron ser socios
secretos para investigar y descubrir al ladrón de las cosas perdidas en el
salón de clases.
Ellas afirmaban que era un varón el que hurtaba las
cosas, pero Ramón les hizo la aclaración que podía ser tanto mujer o varón el
ladrón.
ENOJOS CRUZADOS
Durante una semana vigilaron la entrada a la puerta del salón del clases
desde el patio. Y nada no observaron nada sospechoso, ni descubrieron nada. Eso
sí ganaron que Ámbar se enojara con ellas. Ella le declaró la guerra a Luba y
se encargó de que todas las compañeras se enojaran contra ella.
Ramón también la pasó mal, su amigo Damían se enojó con él, al punto de
insultarlo “mariquita” que haces con chicas, ¿juegan a las muñecas?.
Roberta lo defendió increpando a Damián que estaba
enamorado de Luba y que era un tonto que no podía decírselo. El se puso rojo
muy ruborizado.
A insistencia de su amigo Ivan, Ramón le contó con
lujo de detalles el plan que tenía con las chicas, para no perder su amistad. El
se sintió triste de no ser convocado a participar de la investigación.
Toda la semana tuvieron caras enojadas por todos los costados.
ENTONCES SUCEDIÓ LO INEVITABLE
El lunes que iban a desarticular el equipo de
investigación que formaron. Sucedió todo lo contrario, pues ahora la billetera
de la profesora fue profanada y se le hurtó 10 pesos.
Recibieron sermones de la profesora, la directora y
la psicopedagoga.
Ahora nadie objetaba la veracidad de la afirmación de
la profesora Inés, no se presumía que lo hubiese perdido.
Las tres hablaban de lo mal que era un hurto como
precedente para la institución educativa.
Alguien de ustedes cometió el hurto. Dijeron.
Ámbar contestó, podrían ser un ladrón de afuera,
chicos de otros salones o también podrían ser la profesora, la directora o la
psicopedagoga. Está ultima calmó la indignación de la directora. Los adultos
dieron por terminada la charla.
Tita, les mostró libros de detectives que les pudiera
ayudar a resolver el misterio de los robos. Incluso explicó que el culpable de
los hechos podría tener problemas y por eso actuaba de ese modo. Los chicos le
compadecieron y comprendieron que tenían que ayudarlo.
UN LISTADO DE SOSPECHOSOS
Entonces hicieron una lista de los posibles
sospechosos. Eran 20 alumnos, ellos eran 3 se omitieron de la lista.
Quitaron de la lista a las perjudicadas por los
hurtos, quedando 13, pero como este número es de mala suerte buscaron eliminar
a alguien más de la lista. Sin pensarlo mucho Ramón propuso eliminar de la
lista a Iván y así lo hicieron.
Los doce compañeros de la lista fueron analizados
minuciosamente describiéndolos y anotando los aspectos en contra y a favor.
REUNION Y TRAGEDIA
Al día siguiente se dio la reunión de padres de
familia con la profesora y directora.
Cada padre alabó las virtudes de sus hijos y no se
logró nada. Ponían las manos al fuego por sus hijos queridos.
Lo raro era que según el plan Luba tenía que reunirse
con el equipo de investigación después de la reunión de padres y no aparecía.
Resulta que se había quedado atrapada en el placard,
lugar donde guardan sus mochilas por espiar la reunión de padres.
Cuando una de sus compañeras fue a buscar su mochila
la encontró escondida allí. Luba no supo explicar a su profesora y directora
que hacía allí. Sus compañeros sospecharon que era ella la autora de los robos.
Ella cayó desmayada, le atendieron y fue llevada a su
casa.
CADA CUAL ATIENDE SU JUEGO
Todos aseguraban que Luba era la culpable y fue
castigada con tres días de suspensión por la directora.
Ramón que no soportaba ver a su amiga inocente en tal
situación decidió ir a contarlo todo, el plan que tenían entre los 3 y explicar
porque Luba estaba escondida en el Placard.
Cuando fue encontró a la puerta de la secretaría que Ivan,
Roberta, Teresa y Aníbal, también hacían cola para ingresar a hablar con la
Directora.
Cada uno contó la verdad: Aníbal robó las monedas
para hacer un truco de magia. Teresa robó la pluma dorada, por que Ámbar le
tenía cansada alabándose de su pluma dorada. Iván robó los 10 pesos de la Señorita Inés,
para llamar la atención de Luba que estaba obsesionada por encontrar al ladrón.
A pedido de Ramón, no ingresaron a hablar con la
directora y planearon algo mejor. Entregar las cosas hurtadas en un sobre con
un sobrenombre: “Alguien Equivocado” como autor de los hurtos.
La profesora encontró el sobre y dio por terminado el
asunto.
A Luba se le redujo el castigo a un día, pues de
todos modos cometió un error al espiar la reunión de los padres de familia.
Se formó un nuevo equipo de 4 integrantes, lo
celebraron tomando el té más rico del mundo.