Resumen y análisis de EL SI DE LAS NIÑAS

Autor: Leandro Fernández de Moratín

RESUMEN

El sí de las niñas transcurre en una sala con varias puertas de una posada en Alcalá de Henares. La acción empieza a las siete de la tarde y acaba a las cinco de la mañana siguiente.
La escena primera muestra a Don Diego y a su sirviente, Simón, solos y hablando con preocupación del retraso de Doña Irene y Doña Francisca. Don Diego le cuenta a Simón que desea casarse con Doña Francisca, por su belleza, virtudes y recogimiento, y que el matrimonio ya está concertado con Doña Irene, su madre. La hija estudiaba interna en un colegio de monjas de Guadalajara y Doña Irene' había ido a recogerla para llevarla a Alcalá, donde se hallaba Don Diego, con el fin de pasar un tiempo con él para que se conocieran antes de realizar dicho matrimonio. Simón le comenta a su amo el reparo de la diferencia de edad entre ambos y que creía que la boda se concertaría entre Doña Francisca y Don Carlos, el apuesto sobrino de Don Diego. Éste le saca de su error y confiesa a Simón que está enfadado con su sobrino, Don Carlos, por sus múltiples amoríos y por mentirle en la correspondencia.
En la escena segunda tiene lugar el encuentro de Don Diego, Doña Irene y Doña Francisca. Durante la tercera escena habla Doña Irene de múltiples familiares de alta alcurnia. Doña Francisca se retira y en la escena cuarta hablan Doña Irene y Don Diego sobre la muchacha. Don Diego quiere que Doña Francisquita le exprese personalmente lo que siente por él, sin la intermediación de su madre, pero ésta trata de disuadirle diciéndole que Doña Francisca no cesa de expresarle todo el cariño que siente por el anciano y de cómo prefiere un marido experimentado y de edad madura, pues los matrimonios jóvenes no tienen la experiencia ni la virtud necesaria para criar a los hijos, poniendo como ejemplo los tres matrimonios y veintidós hijos que había tenido ella, de los cuáles sólo sobrevivió Doña Francisca. De repente, Doña Irene llama a su criada, Rita y ésta acude.
Luego Rita se encuentra con Calamocha, el criado de Don Carlos. Ambos ya se conocen. Calamocha cuenta a Rita que nada más recibir la carta de Doña Francisca en la que ésta contaba a Don Félix (en realidad Don Carlos) que su madre la quería casar con un anciano en Madrid, su amo partió con él desde Zaragoza hacia Alcalá para impedir esa unión y declarar sus intenciones a Doña Francisca y Doña Irene. Luego, Doña Francisca está enamorada de Don Félix, el cuál es en realidad, Don Carlos, el sobrino de Don Diego. Calamocha informa a Rita de que su señor, Don Carlos, se encuentra también alojado en esa posada. Destaca la familiaridad de trato entre Rita y Calamocha. En la escena novena Rita habla con Doña Paquita y en ese diálogo sabemos cómo ésta se veía a hurtadillas con Don Carlos (ella cree que se llama Don Félix) mientras estaba en el convento en Zaragoza. Paquita está inquieta y deseosa por ver a Don Félix (Don Carlos).
Comienza el segundo acto con una declaración de Doña Paquita de que a pesar de su juventud y de que su madre la llame simple y niña, ella ya sabe lo que es el amor y las lágrimas que cuesta. Después Doña Irene trata de seguir convenciendo a su hija de la suerte que ha tenido en que un caballero con una fortuna como la de Don Diego se fije en ella. También le comenta que ya sabe por qué no acoge bien Francisquita la idea de casarse con Don Diego: Doña Irene cree que su hija se quiere quedar en el convento como religiosa porque las monjas, cosa que Doña Paquita niega, diciendo que se quedará siempre con su madre. En la siguiente escena hablan Don Diego y Doña Irene. Doña Francisca está presente pero apenas interviene o calla. El caballero empieza a sospechar que la niña no le tiene el cariño que él espera y se lo expone a su madre, pero ésta le asegura que sí. Don Diego le dice a Doña Francisca que su cariño es sincero y que desearía la misma sinceridad para con él. Doña Irene acaba impidiendo que la niña declare que no desea casarse con el caballero, chantajeándole con el cariño materno-filial.
En la escena séptima del acto segundo y tras una advertencia de Rita, el militar Don Carlos y Doña Francisca se encuentran, adquiriendo tintes la comedia de drama romántico. Los amantes se vuelven a declarar su mutuo amor y Don Carlos dice, ante el llanto de la muchacha, que la va a defender ante todo el mundo. Don Carlos se queda con Calamocha y Rita, y ve aparecer a Simón, extrañados de su presencia. Al salir Don Diego de su cuarto, Don Carlos se turba y se aparta. Don Diego le descubre y le pregunta qué hace en la posada. Don Carlos no le dice la verdad. Don Diego le dice que tiene que volver con su ejército a Zaragoza inmediatamente ya que no puede desatender sus obligaciones de mando militar y le echa de la posada ordenándole que no pase la noche bajo ese techo. Se despiden tío y sobrino. Cuando Rita le cuenta a Doña Francisca que Don Félix y su criado se han ido, la muchacha se siente engañada por el teniente y llora desconsolada.
De noche, Don Diego no puede dormir y sale a la sala de la posada donde se encuentra durmiendo Simón. Éste se despierta y ambos oyen una serenata de amor. Alguien ha tirado a Doña Francisca una carta, pero quien la coge es Simón y se la entrega a su amo, que ya sospecha que es de un amante de Doña Paquita, por lo que se siente herido y celoso. Sale Rita a buscar el papel que el amante callejero ha tirado a Doña Paquita pero halla a Simón y disimula. Rita le comunica a Doña Francisca que no ha podido hacerse con la carta y la muchacha vuelve a entristecerse, creyendo que Don Félix (Don Carlos) la ha abandonado.
Posteriormente Don Diego y Doña Paquita se encuentran en la salita. Don Diego, sabedor de que otro la pretende, le comenta a la muchacha que la nota abatida e inquieta y le pide que se sincere con él, pero ella le dice que ni otro hombre le pretende ni que prefiera la vida del convento. Don Diego le dice que ve señas en su actitud que le indican que la muchacha no se alegra de la unión entre ambos. Es aquí cuando Don Diego hace una declamación contra la educación que reciben las muchachas de la época para que callen, y con ello, mientan sobre sus verdaderas pasiones e inquietudes'. Le pide a la muchacha que se calme y vaya con su madre.
En la escena décima del tercer acto, Simón ha ido a buscar a Don Carlos y lo trae ante su tío. Don Diego le pide a su sobrino que le cuente todas las circunstancias de su relación con Doña Paquita. Éste lo hace y sabemos entonces que el nombre de Don Félix que adopta Don Carlos en su relación con la muchacha provenía de algunas obras de Calderón de la Barca (Don Félix de Toledo). También narra Don Carlos que con ese nombre estuvo cortejando a la muchacha durante 3 meses, hasta que se tuvo que ir, dejándola desmayada de amor. Le confiesa a su tío que ahora ha venido a por la muchacha y le pide consentimiento para tomarla como esposa. Es cuando Don Diego le cuenta a su sobrino que ya está comprometido con Doña Paquita pues él también la ama y ha de ser suya. Don Carlos, le dice a su tío que ella se casará con éste pero que nunca le amará pues Doña Paquita sólo ama al joven soldado. Después Don Carlos comenta que se marcha de nuevo a la milicia donde entrará en guerra, para estar apartado de ellos y dejarlos vivir en paz. Don Diego le impide que se vaya. En la siguiente escena Don Diego le cuenta a Doña Irene que su hija está enamorada, pero no de él. Doña Irene toda alterada, cree que Don Diego pretende librarse de la chiquilla y no hacer frente a su compromiso, por eso pide a su hija que declare la verdad y ésta confiesa que ama a otro hombre. En la escena decimotercera se produce el desenlace: Ya amanece. Don Diego le explica a Doña Irene que a quien en realidad ama su hija es a Don Carlos, su sobrino y que él bendice esa unión y los frutos (hijos) de la misma, de forma que Doña Francisquita y Don Carlos ya no tienen impedimento para formalizar su relación.

ARGUMENTO:

La acción de la comedia transcurre en la sala de paso de una posada en Alcalá de Henares, donde están el viejo don Diego y doña Irene, recién llegados de Guadalajara, y que han ido a buscar a doña Francisca, quien estaba siendo educada en un convento.
La madre de doña Francisca ha concertado el matrimonio de su hija con el anciano don Diego. A Francisca no le complace el matrimonio que le preparan. El caballero manifiesta a la madre su inquietud por este comportamiento, pero ella lo tranquiliza, alegando que se trata de timidez y modestia.
Después aparecerá don Félix, joven pretendiente de Francisquita y que resulta ser don Carlos, sobrino del viejo don Diego. En medio de la noche, una carta del amante a Paquitacae en manos de don Diego y el anciano se entera de todo; exige sinceridad a Paquita – ósea doña Francisca, y esta confiesa resignándose a los designios de su madre.
Finalmente, el viejo se resigna a su suerte y evita que doña Irene castigue a su hija y acepta el amor entre su sobrino Carlos y doña Francisca; el viejo don Diego resignado exclama: “yo pudo separarlos para siempre y gozar tranquilamente la posesión de esta niña amable, pero mi conciencia no lo sufre… Carlos!.... Paquita! ¡Que dolorosa impresión me deja en el alma el esfuerzo que acabó de hacer…!porque, al fin, soy hombre miserable y débil. “
Mas adelante, en el fin de la comedia, el anciano reconoce la situación opresivas a la que están sometidas las muchachas impedidas para escoger con toda libertad su verdadero amor: “Esto resulta del abuso de autoridad, de la opresión de la juventud, y estas son las seguridades que dan los padres y los tutores, y esto lo que se debe fiar en el si de las niñas… Por una casualidad, e sabido a tiempo el error en que estaba”.

PERSONAJES

La obra posee pocos personajes ya que la acción ocurre en un mismo lugar y en muy poco tiempo, estos son:

·  Don Carlos es el sobrino de Don Diego. Contrasta su valor en la batalla y su timidez ante su tío Don Diego. Es un joven apasionado y valiente que no dudará en luchar por su amor contra Don Diego y contra la opinión de la sociedad.

·  Paquita o Francisca no es capaz de demostrar sentimientos por su educación y esto la llevará a arriesgar el amor que siente por Don Carlos.
·  Don Diego, de 59 años de edad y tío de Don Carlos, es el personaje que desencadena la acción porque está comprometido con Doña Paquita, mucho más joven que él. Se le puede considerar el verdadero protagonista de la obra y representante de la razón.
· Doña Irene, madre de Doña Paquita, representa un personaje estupido y loco que refleja la autoridad de los padres de la época sobre sus hijos, exigiendo a su hija que se case con el adinerado Don Diego a pesar de no conocerlo en persona.
·  Rita es la criada de Doña Irene.
·   Simón es el criado de Don Diego.
·   Calamocha, asistente, compañero militar de menor rango que cuida y acompaña a Don Carlos.
Todos los personajes de la obra forman un «ensemble» o conjunto armónico, en que ninguno de ellos resalta sobre los demás. Los caracteres de esta comedia poseen una dimensión universal. En este sentido, Casalduero dice que «los personajes de Moratín son medidas estrictamente humanas, de una humanidad que no se individualiza, sino que se generaliza». Pero, doña Irene es quien de manera más visible encarna los defectos que Moratín se propone criticar; es una mujer ignorante, habladora, exagerada, egoísta y ello le lleva a concertar el matrimonio de su hija sin pensar en ningún momento en la felicidad de ésta. Por el contrario, don Diego y su sobrino se rigen por la bondad y la buena fe en sus acciones.

CARACTERÍSTICAS

Las principales características de esta obra son las mismas que las postuladas para el teatro de la Ilustración: unidad perfecta de tiempo, por cuanto el tiempo de la acción coincide exactamente con el tiempo de la representación, y el tiempo no representado transcurre en los intervalos. No menos importancia tiene la unidad de lugar: toda la acción sucede en la sala de paso en una posada de Alcalá de Henares.
En El sí de las niñas Moratín abandona definitivamente el verso. La experiencia de La comedia nueva cristaliza en una pieza que profundiza en los hallazgos de la anterior.
El carácter de la obra es didáctico como corresponde al teatro del Neoclasicismo, plantea un problema cotidiano y desprende una enseñanza conforme a los dictados de la razón, ya que su fin es criticar la autoridad que ejercen los padres sobre sus hijas respecto al matrimonio, obligándolas a tomar por marido al mejor partido financiero. Esta obra adelanta la igualdad de la mujer en la sociedad, animando pues, a rectificar las costumbres y tradiciones de su tiempo.
Los matrimonios por conveniencia entre mujeres jóvenes y hombres maduros no eran del agrado de los pensadores de la Ilustración (a los cuales se adhiere Moratín) por dos importantes razones:
Una de tipo moral, ya que en ellos faltaba el amor como vínculo que potencia la verdadera cohesión de la pareja.
La otra afectaba al crecimiento demográfico, porque estos matrimonios solían tener poca o ninguna descendencia a causa de la mayor edad del marido. Esto se ve en la obra cuando Irene, que se casó con hombres mayores, dice que tuvo como 23 hijos y solo una vivió.
Hay que tener muy en cuenta que Moratín nunca fue un revolucionario, sino un reformista que pensaba que una situación injusta debía dar paso a otra justa a través de cambios mesurados, y jamás por actos de subversión contra la autoridad. Por ello los dos jóvenes amantes, don Carlos y doña Paquita siempre se muestran dispuestos a cumplir los deseos de sus mayores; sólo don Diego, con su autoridad, será quien aplique la solución más razonable al conflicto planteado al rechazar la opción de casarse con doña Paquita (por la gran diferencia de edad con la joven) y acepte en enlace de ésta con don Carlos (favoreciendo un matrimonio por amor en vez de uno por interés). Casalduero dice que don Diego impone a la vida la pauta de la razón. Para H. Higashitani, lo que Moratín quiso decir con esta obra es que los que actúan por la recta razón dominando la ebullición de la pasión acaban consiguiendo la felicidad.

ANALISIS

      La obra respeta la Regla de las tres unidades:
·         La unidad de acción: en la comedia dividida en tres actos.
·         La unidad de lugar: transcurre toda la acción en una posada de Alcalá de Henares.
·         La unidad de tiempo: la obra comienza a las 7 de la tarde y termina a las 5 de la mañana siguiente.

ESTILO LITERARIO

La obra "El sí de las niñas", escrita por Leandro Fernández de Moratín pertenece al género literario Teatro. Es una comedia dramática, una comedia de enredo con una moraleja o enseñanza, realizada principalmente para el 'entretenimiento del público pero con un mensaje pedagógico sobre lo funesto de educar a los hijos callando sus verdaderos sentimientos y sujetándolos a la obediencia estricta de sus progenitores. Sobre todo critica la práctica frecuente de la época de concertar matrimonios de conveniencia sin que los cónyuges apenas se conozcan o no se amen.

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