Resumen EL RETO DE LA COLABORACIÓN / The Collaboration Challenge
Autor: James E. Austin
Los beneficios de
las alianzas
Las alianzas o colaboraciones entre las organizaciones sin fines de
lucro y las corporaciones será lugar común durante el siglo XXI,
particularmente en países como Estados Unidos, donde el apoyo que da el
gobierno a las organizaciones sin fines de lucro está en declive.
Muchas colaboraciones exitosas ya están en marcha. Algunas de ellas:
- Timberland se unió a City Year, un
programa de servicio corporativo para jóvenes discapacitados. Timberland
comenzó donando botas y, eventualmente, se convirtió en el proveedor
oficial de City Year. Sus aportes llegan a US$1 millón anual.
- Ralston Purina Co.,
empresa fabricante de comida para mascotas, se unió a la American
Humane Association., organización protectora de animales, para crear “Pets
for People” (Mascotas para la Gente), un programa para
incrementar la adopción de mascotas.
- Georgia-Pacific,
empresa de productos de madera, colabora con la Nature
Conservancy., organización de conservación internacional, para
combinar el desarrollo económico con la preservación.
El número de colaboraciones como estas irá en constante aumento. Además de la disminución en el apoyo por parte del gobierno, los problemas sociales y económicos son cada vez más complejos, haciendo difícil que organizaciones o empresas los puedan resolver en forma aislada.
Es por esto que las organizaciones sin fines de lucro están buscando cada vez más la colaboración del sector privado. Este puede aportar su experticia y fondos para enfrentar estos problemas sociales.
La colaboración beneficia a ambas partes:
- Las organizaciones sin fines de lucro ahorran
costos, logran economías de escala y derivan muchos beneficios de las
sinergias que resultan de trabajar con organizaciones que poseen
habilidades y valores complementarios.
- Las corporaciones,
por su lado, tienen mucho que ganar. Estas alianzas:
- Desarrollan una reputación positiva, de
empresa confiable y socialmente responsable. Esta imagen les ayuda a
atraer nuevos clientes, así como empleados leales.
- Incrementan la motivación y moral de los
empleados.
- Ayudan a los gerentes a desarrollar destrezas
de liderazgo, ya que tienen oportunidades de ayudar a manejar proyectos y
grupos comunitarios.
- Ayudan a construir una cultura corporativa
que alienta los valores positivos, tales como la empatía, y hace que la
empresa esté más orientada al servicio.
- Generan negocios, porque aumenta la buena
voluntad, expande la lista de contactos y los pone en contacto con los
clientes.
Seleccionando el
socio
Para entrar en una alianza, es necesario conseguir al socio adecuado.
Este debe ser analizado y evaluado, para garantizar el éxito.
Actualmente, hallar el socio correcto resulta complicado y hasta riesgoso. El problema radica en que el “mercado” de las alianzas está poco desarrollado y resulta ineficiente.
Para las empresas, puede resultar difícil encontrar información sobre las organizaciones sin fines de lucro. Cada día, sin embargo, hay más recursos disponibles para hacerlo – foros de donantes, consejos locales de servicio, etc.
Las organizaciones sin fines de lucro, por su parte, pueden ubicar a socios corporativos potenciales revisando las ruedas de prensa, reportes anuales y otras publicaciones. A menudo, la participación de un ejecutivo en una misión con una organización hace que su empresa inicie una relación con esta.
Si desea realizar una búsqueda más sistemática, considere las siguientes opciones:
- Seleccione un área particular de intervención,
un sector social o de las artes, tales como servicios a la juventud, el
ambiente o la educación, y vea cuáles son las organizaciones que se
encuentran activas en esas categorías.
- Identifique áreas geográficas particulares,
tales como la ciudad de su empresa matriz. Es importante considerar que si
busca una colaboración a nivel nacional, debe ubicar una organización
grande y bien conocida.
- Contacte empresas de relaciones públicas,
publicidad o comunicaciones corporativas, que hayan ampliado sus
actividades a los servicios sociales, particularmente en el mercadeo
relacionado a la causa.
El acoplamiento estratégico
Una vez que localizada una organización sin fines de lucro prospecto, hay que evaluarla hasta asegurar que es la adecuada.
Es necesario tomar en cuenta la química personal de los líderes principales, los intereses geográficos, las misiones y metas mutuas. De fundamental importancia es prestarle atención a la misión, valores y estrategias de su socio prospecto, para asegurar una buena química entre ambos equipos.
Para analizar en detalle la relación, debe desarrollar un “propósito de asociación” y una “declaración” en la cual ambas partes respondan ciertas preguntas clave. Entre las preguntas está lo que ambas tratan de lograr con la colaboración, cómo se complementan ambas misiones, y cómo contribuirá mutuamente esta colaboración con las estrategias y valores en general.
Una alianza perfecta puede tomar tiempo en desarrollarse. Pero la alineación entre las dos organizaciones puede evolucionar con el tiempo.
Es preferible comenzar con una relación modesta y hacer que esta crezca,
a medida que se vaya desarrollando la confianza entre ambas partes.
La alianza
El objetivo de las alianzas es permitir a cada participante ahondar en
su propia misión. En consecuencia, es esencial pensar en asociarse basado en
las metas y la misión de su empresa, para así obtener el mayor beneficio
posible.
Para lograr esto, debe preguntarse:
- ¿Por qué debo colaborar? ¿Cómo encaja tal
colaboración en la estrategia general de la empresa, y cómo contribuye con
la misión?
- ¿Qué tipo de colaboración deseo iniciar? ¿Cuán
larga deseo que sea esta colaboración?
- ¿Con quién debo formar la alianza? ¿Puedo
establecer una buena relación entre mi misión, valores, necesidades y
competencias y las de la organización sin fines de lucro que estoy
considerando?
- ¿Cuándo debo colaborar? Espere el momento
adecuado.
- ¿Cómo debo colaborar? Piense exactamente cómo
diseñar y manejar esta alianza, sobre una base continua y de constante
evolución.
Evolución de la
alianza
Una alianza estratégica es una relación multifacética que cambia
conforme avanza el tiempo. Normalmente, evoluciona en tres etapas:
- Etapa filantrópica: en
esta relación usted es un donante caritativo, en respuesta a una necesidad
de su comunidad. La elación es muy simple de administrar y no es
particularmente importante para su misión o para la de la organización con
la que colabora – sin embargo, es la forma en la que comienzan las
colaboraciones más profundas.
- Etapa transaccional:
una relación más significativa, ocurre cuando usted comienza a participar
en actividades con la organización sin fines de lucro, tales como mercadeo
relacionado a una causa, patrocinio de eventos, etc.
Cuando usted se compromete en tales actividades, comienza una relación que está conectada más directamente con las propias operaciones de su negocio. Su departamento de mercadeo podría iniciar una campaña de mercadeo relacionada a una causa (promover la reducción de la contaminación del aire) o actividades de patrocinio (una campaña de limpieza de basura en su comunidad).
Asimismo, sus empleados pueden involucrarse en programas de voluntariado, como una extensión de sus donaciones. - Etapa de integración: en
esta etapa su empresa trabaja mucho más cerca de la organización sin fines
de lucro, en acciones colectivas que integran ambas organizaciones de
diversas formas. Las misiones, el personal y las actividades de ambas se
acercan. Uno de sus ejecutivos, por ejemplo, podría trabajar ser miembro
de la junta directiva de la organización sin fines de lucro. Su empresa
podría fomentar una mayor participación en el voluntariado.
Algunas alianzas han llegado a esta etapa. Timberland, por ejemplo,
realizó una prueba piloto de una nueva línea de productos llamada City Year
Gear, usando el nombre de su aliado.
La colaboración
continua
Las empresas y las organizaciones sin fines de lucro tienen relaciones
dinámicas y que están en constante evolución. Se puede empezar siendo un
donante y luego llegar a tener una relación transaccional o una integradora, o
incluso continuar una relación pequeña o detenerla, dependiendo de la relación
que existe entre ambas.
La alianza entre Starbucks, empresa fabricante y distribuidora de café, y CARE, fue evolucionando por etapas. Inicialmente, en 1991, Strabucks creó una prueba de café con los granos de tres países en los que CARE operaba. En 1993, Starbucks hizo una donación a CARE para su proyecto de restauración en Etiopía. Luego, cuando Starbucks fue criticada por no ayudar a los trabajadores de café en Guatemala, CARE le ofreció asesoría e insumos acerca de cómo manejar la situación.
Estas tres etapas son parte de una “colaboración continuada” en la cual la relación se va moviendo de un nivel bajo a uno alto, en siete áreas claves:
- Nivel de compromiso -de bajo a alto.
- Importancia para la misión - de periférica a
estratégica.
- Magnitud de los recursos - de pequeña a
grande.
- Alcance de actividades - de pocas a muchas.
- Nivel de interacción - de poco frecuente a
intensivo.
- Complejidad de administración - de simple a
compleja.
- Valor estratégico - de modesto a principal.
El progreso en cada área se basa en cómo deciden trabajar juntos su empresa y la organización sin fines de lucro, hacia una mayor o menor integración.
Debe pensar estratégicamente sobre cómo desea que evolucione la colaboración en 4 dimensiones estratégicas:
- Mentalidad de colaboración:
piense en su acercamiento a la relación, en términos de si debe ser
dependiente o interdependiente.
- Alineación estratégica:
piense en lo bien que encaja la colaboración con su misión, valores y
estrategias, y la de su socio.
- Valor colaborador:
piense si sus recursos y los de su socio se están empleando para crear el
máximo valor posible.
- Manejo de la relación:
piense en los procesos de comunicación y en los incentivos que se están
empleando para alentar la colaboración dentro de su organización.
Administración de
la relación
Es vital fijarse bien en las formas como se puede generar valor al
trabajar en conjunto. Mientras más claro definan ambas partes el valor que
esperan obtener, mejor se podrá diseñar la alianza para lograrlo.
Esto implica reconocer sus riesgos y costos de entrar en la alianza. Si
los beneficios superan a los costos y los riesgos, se puede crear una relación
valiosa y lograr el compromiso para iniciar proyectos mutuamente beneficiosos.
Finalmente, durante el proceso, hay que aprender a administrar la relación. Esto implica varios procesos para crear confianza, institucionalizar actividades mediante una gerencia conjunta, desarrollar comunicaciones continuas y efectivas, y asegurar la confiabilidad entre ambas partes.