CONCILIACION casos
CASO 1
La
bandera de la tregua que intentó flamear el Frente de Defensa de los Intereses
de Tacna fue desatendida por las provincias andinas de la región y un grueso
sector de la población tacneña concentrada en el cono norte de la ciudad, que
se oponen a la nueva distribución del canon aprobada en el Congreso. Los
enfrentamientos con la policía marcaron ayer su más dura jornada. Más de
treinta heridos, entre ellos once policías, y una decena de detenidos fue el
saldo que dejó la ola de violencia en el distrito de Ciudad Nueva. Ellos se
sumaron a los 40 manifestantes intervenidos la noche anterior, producto de
actos vandálicos en toda la ciudad. Enardecida por la presencia policial, la
población intentó tomar la plaza principal de la ciudad, rodeada en sus cuatro
puntos de ingreso por más de 5 mil personas que, con piedras y bombas molotov,
intentaron expulsar al contingente de casi 200 policías. La turba ocupó el
mercado del distrito, desde donde lanzó bombas incendiarias contra el almacén
del municipio Ciudad Nueva. Un helicóptero de la policía aterrizó en la misma
plaza para entregar más municiones a la policía y llevarse a los policías
heridos.
Los
enfrentamientos se replicaron en el distrito Alto de la Alianza, también en el
cono norte, lugar en el que los pobladores intentaron tomar la comisaría de la
zona. La violencia también se desencadenó en el cono sur, donde la comisaría de
Gregorio Albarracín fue atacada por pobladores y los policías respondieron con
disparos al aire. El vandalismo llegó al promediar las 6 y 30 de la tarde al
centro de Tacna. Allí, algunos comercios fueron saqueados y los autos
apedreados. Las provincias de Tarata, Candarave y Jorge Basadre tampoco
acataron la tregua. Ante los hechos de violencia, el presidente regional de
Tacna, Hugo Ordóñez, emitió un mensaje exigiendo al gobierno el envío de una
comisión de alto nivel a la región. "No iré a Lima a conversar porque no
dejaré a Tacna en llamas", dijo.
Frente
a este situación, el gobierno declaró anoche en estado de emergencia a la
región, según anunció el presidente del Consejo de Ministros, Yehude Simon. Más
temprano, había dicho que la protesta es alentada por sectores radicales y
gente que, según él, ha llegado de otras regiones para sumarse a las protestas.
“La guerra del agua” entre Cusco y Arequipa
por la reciente firma del contrato de concesión del proyecto Majes-Siguas II
amenaza con convertirse en el primer conflicto social en estallar los primeros
días del 2011. Este es uno de los 80 conflictos por ese recurso a nivel
nacional que aún esperan solución para no derivar en crisis con violencia,
muertos y heridos.
Quizá el primer conflicto social en estallar
en el Perú el próximo año sea por agua. La firma –el pasado 9 de diciembre– del
contrato de concesión para la ejecución del proyecto de irrigación Majes-Siguas
II, para irrigar 38 mil 500 hectáreas del valle arequipeño de Siguas, encendió
nuevamente la ira de los pobladores de Espinar, Cusco, quienes luego de una
paralización de 24 horas esta semana acordaron iniciar una huelga indefinida
los primeros días del próximo año como medida de protesta. Ellos afirman que el
proyecto trasvasará las aguas del río Apurímac y los dejará a ellos, que
aprovechan el caudal para su agricultura, sin el líquido elemento.
El proyecto, cuya buena pro fue otorgada al
consorcio Angostura-Siguas (integrado por las empresas Cobra Instalaciones y
Seguros –de España– y Cosapi Perú), promete escalar el 2011, si el gobierno no
hace nada para prevenir las protestas. Además se está incubando una suerte de
antagonismo regional que es muy peligroso. Pero además la disputa
Arequipa-Cusco es solo uno de los 80 conflictos por agua que tenemos a nivel
nacional, según cifras de la Defensoría del Pueblo. Es decir, el próximo año
podría estar marcado por lo que se ha denominado “la guerra por el agua”, sobre
todo en el sur del país.
El 2011 no es esperanzador. El reporte Nº 80
de la Defensoría del Pueblo da cuenta de 250 conflictos sociales en el país hasta
octubre de este año. De ellos, 80 (32%) tienen como base la disputa por
recursos hídricos. “De estos 80 conflictos, 56 (el 70%) fueron registrados como
conflictos activos, mientras que los 24 restantes son aún conflictos latentes,
es decir, no se han manifestado públicamente”, explica Rolando Luque, defensor
adjunto para la prevención de conflictos sociales y gobernabilidad, de la
Defensoría del Pueblo.
El conflicto por Majes-Siguas II se ha
acentuado a pesar de que la Autoridad Nacional del Agua (ANA) garantizó que se
cumplirán los estudios de afianzamiento hídrico para Espinar, es decir, que no
vea afectado su abastecimiento de agua. La misma entidad ha dado a conocer,
además, que la distribución de la cuenca alta del río Apurímac (de donde se
abastecen Espinar y Arequipa) será de 73% para los proyectos futuros de Cusco y
27% para el proyecto Majes-Siguas II de Arequipa. Igual, la desconfianza
persiste. Razones no faltan. Según la ONG Cooperacción, la buena pro no debió
ser otorgada porque el Estudio de Impacto Ambiental y el Balance Hídrico no
habían sido culminados.
Pero la disputa por el agua en el sur del Perú
abarca otras regiones también: los enfrentamientos entre Arequipa, Moquegua y
Puno por el agua del río Tambo tampoco se hicieron esperar este año y amenazan
con recrudecer en el 2011. La manzana de la discordia esta vez es el agua de la
futura represa de Paltiture, que construirá Southern Perú en Arequipa, para
cubrir el déficit de agua en la provincia de Islay. Por lo pronto Moquegua y
Puno han reclamado el derecho de beneficiarse también de la represa, bajo el
argumento de que estas dos regiones se encuentran también en la cuenca del río
Tambo, pero no han sido escuchados.
CASO 3
Los pobladores del distrito de Sina en San
Antonio de Putina se encuentran en paralización hace más de 23 días. - Demandan
que los funcionarios de la Contraloría General de la República verifiquen los
gastos del municipio que en las obras denuncian sobrevaloración en los costos.
Luego de más
de 23 días de paralización los pobladores del distrito de Sina, en la provincia
de San Antonio de Putina, aguardan a que hoy finalmente lleguen a la zona los
representantes de la Contraloría de la República, quienes deberán corroborar
las serias denuncias de sobre valoración en las obras que emprendió el alcalde
Marcial Huanca Mamani.
Como se
recuerda los pobladores unidos decidieron paralizar el distrito debido a que
según indicaron cerca del 50% de las obras realizadas por el burgomaestre de
Sina habrían sido realizadas bajo costos irreales, muchos de ellos no se
asemejan a la cantidad de dinero invertido por el municipio local. Los
pobladores denuncian malversación en los fondos usados por la comuna en la
construcción de las obras ediles.
En Puno,
Paolo Gironda Huaquisto, presidente del comité de los intereses de Sina, señaló
que cinco dirigentes han sido denunciados por la gestión de Huanca Mamani y que
además se ha iniciado una persecución contra ellos por haber denunciado al
alcalde.
Este tema ha
generado un clima de incertidumbre social y ha merecido además la intervención
de la Defensoría del Pueblo, quienes han considerado a este como uno más de los
conflictos sociales latentes en la región de Puno.
Gironda
Huaquisto, dijo que de no presentarse hoy lunes en el distrito de Sina, los
representantes de la Contraloría general de la República, la población amenazó
con marchar hasta la ciudad de Puno y realizar un plantón en las afueras de la
sede institucional de la Contraloría.
“Estamos
esperando, ya estamos cansados de las promesas, esperamos que estos
representantes lleguen y finalmente se corroboré las denuncias de
sobrevaloración de lo contrario marcharemos hasta Puno”, dijo el dirigente.
¿Qué solución se puede dar en la zona
sur? Y qué medidas de solución podemos dar a cada conflicto
La
solución a los conflictos sociales es el diálogo entre las autoridades
comunales y las autoridades que representan al gobierno central.
Es el
único medio viable de solución, en caso contrario, sería necesario recurrir a
organismos internacionales que velen por el respeto de los derechos
individuales y colectivos.
CONCLUSIONES
Como
conclusión de lo antes expuesto, tenemos que cuando un grupo se enfrenta a un
conflicto, algunos quieren a toda costa una situación en la que todos ganen,
otros buscan la solución óptima, unos más quieren escapar, algunos otros
quieren ser cuidadosos y todavía otros pretenden dividir la diferencia.
Los
conflictos ponen en tela de juicio el estado de las cosas y, por tanto,
impulsan la creación de ideas nuevas, promueven la reevaluación de las metas y
actividades del grupo y aumentan la probabilidad de que el grupo responda al
cambio.
Muchas
personas y compañías piensan que el enfrentarse a un conflicto es algo negativo
que no debería de existir pero es completamente erróneo, ya que si se encamina
el conflicto de una manera positiva, se obtendrán resultados inimaginables.
Cuando existe un conflicto, quiere decir que los individuos están en constante
competencia y obviamente eso hace que se vea reflejado en el desempeño de sus
actividades, ya sea aportando nuevas ideas, innovando productos, su manera de
trabajar, etc., siempre estarían viendo la manera de competir uno con otro y
eso es benéfico para la empresa.